martes, 30 de marzo de 2010

El Molino

huele a mi dulce infancia.
La presa, el rio, la isla, los chopos, la central, la cuadra, las literas; cada habitación, cada teja, cada piedra despiertan recuerdos, sueños y sonrisas.
Años y años, uno detrás de otro, cada verano, cada invierno…
Una vida –la de mi familia– que viene y va, que nace y crece, que vive y que muere.
Retazos, resúmenes, recuerdos adheridos a cada esquina de los que se han ido y de los que quedamos con ansias de vivir.
Allí el tiempo se queda suspendido y habla, habla sin parar: cuenta cuentos, historias que han pasado o que están por suceder.
Todo me habla de esperanzas.
En el Molino todo es fresco y joven.
~ ~ ~
Allí me refugio de vez en cuando, pensando, mirando, sintiendo.
Merodeando por las esquinas de mis recuerdos, disfrutando del presente.
O soñando con el futuro.

miércoles, 24 de marzo de 2010

El turno de oficio (II)

Un día alguien del Centro de la Mujer de Almagro tuvo la magnífica idea de sacar un folleto llamado “Recursos para ti” en el que ofrecer información y ayuda para las mujeres maltratadas “por parte de sus maridos o compañeros” o para las que están en situación de riesgo. Tuvo la idea y lo hizo. Y añadió las razones por las que no había que acudir a los abogados del turno de oficio especializados en violencia de género: “abogados no especialistas y poco concienciados con el tema”. Hay que jorobarse.
Me repito despacio: no especialistas y poco concienciados con el tema. Me hace pensar. Me pregunto cómo será la cara –el verdadero rostro– de la persona que hizo el folleto y diseñó su contenido. ¿Qué sabrá ella? ¿Conocerá con exactitud los requisitos que el Colegio de Abogados exige para entrar en ese turno específico? ¿Qué sabrá de los dos años de Escuela de Práctica Jurídica, de los tres de ejercicio y de la prueba de capacitación profesional que deberá superar para formar parte de ese selecto turno? ¿Tendrá idea del curso de especialización y de los cursos de reciclaje que debe superar el letrado que pretenda prestar sus servicios en “violencia de género”?
Parece ser que son mucho mejores las abogadas de no sé qué asociación especializada que tiene un convenio con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y que dicen prestar un servicio gratuito (¡letradas que, por cierto, pertenecen al turno especial de violencia de género de mi colegio de abogados! ¡El colmo!). Parece ser que hay que justificar la subvención millonaria y que la mejor manera de hacerlo es engañar a las mujeres que sufren la lacra del maltrato con intereses sucios y partidistas. Parece ser que la demagogia y la mentira es la mejor manera de imponerse. "No especializados y por concienciados con el tema": demagogia en estado puro, publicidad barata, estalinismo de aficionado, intereses podridos y partidistas...
Política, otra vez. No dejo de sorprenderme porque no me puedo creer que la patética política se meta en los sentimientos de quien sufre, como burro en chatarrería. No me lo puedo creer. No, no me callo, no puedo hacerlo: soy abogado del turno de oficio desde hace ya unos cuantos años. No pertenezco al turno de violencia de género, pero me he hartado de combatir contra los letrados que sí están y sé que lo hacen mejor que las mujeres juristas de no sé qué asociación. Sé que los compañeros del turno son independientes, que no obedecen a directrices de no sé muy bien quién, que cobran malamente por un trabajo técnicamente perfecto y que defienden a las mujeres maltratadas como si fuera el único asunto que tienen. Lo sé porque lo he visto, porque lo veo a diario.
Es injusto, es patético, es demagógico y huele a podrido que ese “alguien” de aquel centro de la mujer (dependiente orgánicamente del Instituto de la Mujer de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) insulte a mis compañeros. Porque me insulta a mi y al colegio y a todos los colegiados. Por eso no hay que extrañarse de que reaccionemos duramente. Y que lleguemos hasta el final.
Y sí, estoy enfadado.
PD: aquí, aquí, aquí, aquí y aquí unas cuantas noticias y videos.

jueves, 11 de marzo de 2010

Consejos para un joven abogado

1.- De un juez
No sea coactivo interrogando. Me pierdo y enfada al interrogado.
2.- De un abogado
Nunca des nada por sentado. No te fies ni de tu padre. Estudia para ser el mejor.
3.- De un amigo
El puñetazo en la mesa es el último reducto. Rompes cualquier posibilidad de hacer cualquier otra cosa. Detrás no hay más pasos y no hay vuelta.
4.- De alguien a quien quiero
Haz lo que te dé la gana, pero que no sufra tu hígado.

[Y, ahora que lo pienso, ¿hasta cuándo podré ser joven abogado?]

miércoles, 3 de marzo de 2010

Chocolate

Me encanta. No siempre fue así, pero el caso es que ahora me encanta. He probado de todos los tipos y tamaños, experimentando con los sabores como un explorador en busca del tesoro. Un tesoro que –como muchas otras cosas deliciosas– el viejo mundo encontró en el nuevo.
Bebed, dijeron los mayas.
Y los exploradores bebieron.
Bebida de reyes, dijeron.
Y los soldados bebieron. Sintieron el delicioso beso del chocolate y sucumbieron a la maldición de Moctezuma, enamorados de una tierra que les regalaba una vida nueva.
Yo también he sido maldecido. Yo también he bebido, como un conquistador. Y alimentado por su beso he caminado días y noches, sin cansarme, sin necesidad de otro alimento.

PD: me han regalado chocolate. Mi preferido hasta hoy era el Ghirardelli. Ahora, por razones que sería largo de contar, me enloquece el zChocolat. Y para que no os pongáis a pensar mucho, os dejo con Regina Spektor y una canción que me emociona y que canto a menudo.