viernes, 7 de mayo de 2010

Sensaciones

1.
Se echó a llorar. No llores, mujer, le dije. Déjame que me desahogue, contestó. Había aguantado las mentiras y excusas de su marido durante dos horas y necesitaba reventar. No dije nada. Lloró mansamente y en silencio.
2.
Entré en la empresa, última y orgullosa planta de un rascacielos de Madrid. Tristeza, ceniza y polvo. Cajas en el suelo, luces apagadas, esqueletos de dinosaurios, decadencia, regulación de empleo, concurso de acreedores. Y abogados en una mesa, discutiendo, mordisqueando despojos.
3.
Cansancio, astenia primaveral, ardor en la sangre.

Y ahí os dejo una buena canción de Train ("Hey, soul sister") que oí esta navidad y huele a verano, a sal, a mar, brisa y verde.