Como ya sabéis los amigos, en abril del
año pasado me incorporé a la oficina de Madrid del despacho de AntoniaMagdaleno, una magnífica abogada rodeada de magníficos colaboradores y desde
entonces mi vida ha dado varias vueltas de tuerca. El día a día familiar y
profesional en la capital es definitivamente otra cosa. Ahora juego –como me
decís muchos– en otra liga y se nota en pequeños detalles como este que os dejo
más abajo.
Resulta que ahora mi nombre y mi firma
aparecen de allá para cuando en medios nacionales, diciendo cosas más serias de
que las que solía decir aquí.
Ahí os dejo el artículo y el link, por
si queréis clickar.
Aunque las promesas de los hombres son
más bien vagas, debéis creerme cuando os digo que seguiré escribiendo por aquí,
porque si antes mi vida estaba llena de momentos apasionantes, ahora la cosa se
ha triplicado.