Venía de que me vieran los ojos –un médico, vaya– y, por eso mismo, veía menos que un gato de escayola, así que mi principal preocupación al llegar a la plaza era la de distinguir a Pablo y Charo, con los que había quedado para tomar algo.
Al fondo, en medio de las mesas distinguí dos Policías Locales de uniforme y sin dudarlo me fui para allá seguro de encontrarme a mis amigos, no porque sean unos delincuentes, sino porque uno es del gremio. Al llegar a la mesa saludé a Charo y Pablo y guiñé los ojos para ver las caras de los policías, pero mi agudeza había bajado varios enteros y solo distinguí borroncillos amarillos y azules.
–¿Qué tal tu oposición?
–Bien, he sacado un seis y medio, me dijo Charo. Y tú, ¿qué tal?
–Pues vengo del oftalmólogo. Al parecer tengo queratitis, que debe significar algo así como inflamación de los cuernos.
–No [ja, ja, ja]. No creo. Es una pequeña inflamación de la córnea.
–Ah, claro... Ya me extrañaba a mi que me hubiera recetado solo colirios.
Con un oído puesto en Charo y la nota de corte y el otro en Pablo y los policías, oí dos o tres frases sueltas, unas risas y una despedida poco elegante.
–Te conocían, me dijo.
–Sí, supongo que de algún juicio.
–En efecto. Dicen de ti que eres un poco cabroncete.
Me sonreí. No sé si debí ofenderme, pero lo cierto es que me sentí halagado.
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13 comentarios:
juajuajua... un poco cabroncete!!!! ¡¡¡quén lo diría!!! Es lo que tiene vivir en pueblos pequeños! ;)
Modelo de discreción, tu amigo, largándotelo que se cocía a tu espalda, por si no te había llegado. Fomentando el buen rollo, vaya.
Bueno, si lo de cabroncete es por riguroso y por serio en el trabajo (que no lo sé) bienvenido ese apelativo.
Gracias por felicitarme. Siempre hace ilusión.
Jeje, gato de escayola. Eso también lo dije yo ayer en la bulla. Oye, clara lo del gremio, que ya no se si te dedicas en los ratos libres a poner multas, al butroneo y carterismo vario, o simplemente aechar dominoses en la mesa del fondo, tacha en la boca y copita de coñá. Igual nos lo puede aclarar Esther. O Arantxasu.
Sí MARÍA, supongo que sí. Al final todos nos conocemos... Bueno, al menos los que nos vemos en los juzgados, ja, ja, ja...
DULCINEA, no te creas. Pablo es un buen amigo -muy bueno- y nos echamos unas risas. De hecho esperamos el día que tenga que venir a un juicio a ratificarse en uno de sus atestados y me pille allí... Va a ser la monda.
SOBORO, creo que lo de cabroncete viene porque le he debido meter caña en algún juicio... No creo que me haya visto trabajar mucho más, ja, ja.
LUISA, nada de nada... Solo que soy un poco... hum... "cabroncete" en los juicios.
PIANISTA, pides demasiadas explicaciones. Pero, salvando mi honor y el de mi amigo, debo aclarar que él es poli (mal que me pese). Lo peor es que el tío no me quita ni una mala multa.
Mejórate.
No, si no sigo que no sea buen amigo, digo que larga por un tubo.
La monda va a ser el día que te detenga; o que se pase por la Bulla, y te vea en tu salsa, mismamente.
quería decir "digo" y no "sigo".
Eso de la córnea va a ser de leerte tanto papelajo como tienes en la mesa del curro.
Nada de colirios. Unas cuantas cañitas más con Pablo y Charo. Y con Arancha. Y con Rosita...
No te preocupes, Néstor. Cuando a mí me dicen que soy un poco cabroncete suele coincidir con aquellas ocasiones en que llevo razón, que no son tantas como yo quisiera ni tan escasas como otros pretenden, y lo hago patente con ostentación. Y esto último suelo hacerlo cuando el susodicho se ha mostrado antes entre cabroncete y cabrón.
Hay quienes usan esa expresión en lugar de pedir disculpas y darte la razón. A lo mejor es por timidez...
Un abrazo
jajaja Nestor no estabas tan errado.... Dice la RAE Del gr. κέρας, κέρατος, cuerno, e -itis
Gracias ALEMAMÁ... Ahora estoy con colirios cada 4 y 8 horas y con vitamina A y D y con no sé qué más historias... El día que tenga algo serio no sé que va a ser de mi.
DULCINEA, le oculto mi verdadero yo bullanguero, para seguir teniéndole como amigo.
Hum... ALTEA, pues razón no te falta. Probaré a echarme la cervecita en los ojos, a ver qué tal.
ER TATO, es cierto como la vida misma. Me pasa lo que dices en los dos sentidos: aún tengo a algunos que me deben disculpas, pero se empeñan en decir no sé qué de mi. Sí, es triste.
LJUDMILA, si es que lo de saber idiomas es un martirio, ja, ja, ja... Que ya no sabes si lo que tienes tiene algo que ver con cualquier otra cosa.
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