sábado, 11 de junio de 2011

Si bebes, no conduzcas

A pesar de que junio había entrado, el viento que se colaba por la ventana era aún frío. Roberto abrió los ojos sobresaltado, con la extraña sensación de que algo raro pasaba. Se sorprendió tumbado en la cama, agarrotado y medio vestido. Alguien llamaba a la puerta insistentemente. Con cada timbrazo, Roberto creía morirse. Le estallaba la cabeza. Se levantó a duras penas de la cama, se tambaleó un instante y se miró al espejo: vestía unos pantalones cortos blancos sucios y una camisa a la que le faltaba una manga. Afuera, en la calle, se oía cierto alboroto. La puerta, el dichoso timbre de la puerta, seguía sonando. Maldiciendo arrastró los pies hasta la entrada. En el hall, cuidadosamente apoyado en la puerta de la cocina descubrió un dispensador de tickets de aparcamiento de metro y medio. Apretó los ojos intentando recordar, pero no lograba arrancar de su memoria vestigio alguno de las últimas horas. Abrió la puerta justo cuando el policía volvía a apretar el timbre. Buenos días, buenos días, ¿es usted el propietario del Seat Ibiza matrícula tal y cual? Sí, ¿qué pasa? ¿Puede acompañarme, por favor?
Abajo, en la calle, fue recibido por la multitud con un silencio sepulcral. Su coche estaba aparcado en la acera, sobre los restos de un dispensador de tickets de la zona azul, aún en marcha, con la radio a todo volumen y abierto de par en par. Comenzó a sudar, el corazón se le aceleró y notó que el alma se le escapaba del cuerpo.
¿Es su coche? Roberto afirmó con la cabeza, incapaz de decir nada. ¿Tiene inconveniente en someterse a una prueba de detección alcohólica?

7 comentarios:

patzarella dijo...

¿Y luego?, ¿qué pasó? Por cierto, está increíble tu opción para ver el blog desde smart phone !!!

Juan Ignacio dijo...

¡Buena historia para la campaña nacional!

Néstor dijo...

Jajaja, PATZARELLA, ¿tienes curiosidad? Pues pasó lo típico, que se quedó sin carnet de conducir...
JUAN IGNACIO, no sé si es buena del todo, porque yo me tronchaba de risa cuando me lo contaba...

Nodisparenalpianista dijo...

Pues a mi me parece muy bien atropellar los cacharros de la "ora". Eso si, serenísimo, para disfrutarlo más, claro.

R. Gª. ALDARIA dijo...

¡Tremendo! ¡Ese tío es mi ídolo! ¡Indignados contra la zona azul, uníos!

Nodisparenalpianista dijo...

¡Venga, Aldaria, vámonos a acampar en un acuario!!!!

Néstor dijo...

PIANISTA, es que es chungo arrollar los cacharros de la ora, porque en mi ciudad los han puesto de acero macizo, jajaja.
RAMÓN, era un tipo un poco peculiar, con demasiados problemas... Eso sí, ¡la borrachera que se pilló fue de espanto!
Por cierto, PIANISTA, acampad donde podáis, pero a mi no me liéis.