jueves, 21 de julio de 2011

El largo camino de la ruina

He mandado al cuerno a una fiscal. Así de simple. Vale, es cierto, estoy especialmente tenso y estamos a finales de julio, pero es que hay cosas que siempre alteran mi presión arterial. Vamos por partes, he estado más de una hora buscando un juicio rápido del día anterior. Del juzgado de guardia al juzgado de lo penal, de allí al SCOP y, finalmente, al registro de expedientes, que es como la fábrica de chocolates Wonka, pero en plan cutre. La funcionaria estaba hablando con una agencia de viajes sobre su verano, así que me ha tocado esperar. A los diez minutos, con los últimos retoques del hotel y la playa, me he cansado y me he plantado delante de la mesa. No se ha inmutado y ha cerrado por completo el viaje: Costa Ballena, siete días, pensión completa. Cuando ha colgado le he pedido, por el amor de Dios, que me dejara ver un juicio rápido del día anterior. ¿Estás personado? ¿Eres letrado? ¿Color favorito? Superado el test, me ha dejado echar un vistazo rápido a los autos, nada de fotocopiar, faltaría menos. Malhumorado pero dueño de mi, he tomado mis notas y me he ido a hablar con la fiscal. No estaba Carmen, así que me han derivado a la fiscal de guardia que, justo en ese momento, estaba ocupada discutiendo con un funcionario y sus nóminas, que al parecer no cuadraban. Bueno, me espero. A los quince minutos de estar sentado (quince, delante de sus narices) me he levantado y les he interrumpido. Me han sufrido como mal menor y han seguido con lo suyo. Lo entiendo, es más importante su nómina que la prisión de mi cliente. Vale. A los diez minutos (después de los quince anteriores) la fiscal se ha refugiado en su despacho y el funcionario me ha dicho que pase. He obedecido. La fiscal estaba descolgando el teléfono y me ha pedido que esperara en el pasillo. Pues va a ser que no, le he dicho, ya volveré otro día. Me ha replicado que no, que era un minuto, que esperara fuera y que ya me llamaría. Otra vez de pie, otra vez esperando. A los cinco minutos ha salido de su despacho y sin dirigirme la palabra –al fin y al cabo soy un simple mortal– se ha metido en secretaría de fiscalía. Hasta aquí podíamos llegar, he dicho, y me he largado, a punto de mutar en el Increible Hulk. Sin despedirme, muy digno y respingón, he pasado por delante de la secretaría camino de la salida. Cuando me ha visto pasar se ha debido acordar de mi existencia y se ha dirigido a mi: no, espere, si ahora iba con vd. Pues mire, tengo que estar a la una en el despacho, es decir, en veinticinco segundos y me temo que ya no llego. Pero, ¿qué quería? Pues hablar con vd. pero veo que está muy liada con su nómina así que ya si eso volveré otro día. Con evidente fastidio ha dejado sus nóminas y sus cosas y se ha venido conmigo, al otro lado del mostrador. Bueno, ¿qué quiere? Le he explicado, con más fastidio aún, y me ha dicho que no, que era imposible (total, diez segundos). Me he quedado mirando: ¿y para eso me hace esperar media hora? La ruina de las instituciones comienza con la falta de educación de sus miembros. El poco respeto que muestran algunos fiscales por la abogacía y nuestros clientes, muestra el desprecio hacia la sociedad. Así lo siento hoy y así lo digo.

8 comentarios:

dolores se llama lola dijo...

Ahora con dos cojones a la que cualquier juicio rapido se demore más de diez minutos sobre la hora prevista te vas a secretaría a que levante acta de que el letrado está a la hora el jusiticiable tambien y dado que no se da inicio a la vista que te designen procurador de oficio y te citen para otro día.
No se si te has fijado pero en estrados el Ministerio Publico y los Abogados estamos a la misma altura en lugares opuestos y en medio el juez; pero ha llegado un momento que "o follamos todos o matamos la puta"

El hijo del capitán dijo...

Bendita Administración que nos devuelve la calma en tiempos de prisas, de inmediateces.
Es abrir la puerta de un Organismo público y recuperar el tiempo para uno mismo, volver a poder pensar con tranquilidad, tener tiempo para observar sin prisas, recobrar el placer de conversar con calma ¡y cara a cara! con múltiples personas en generosas filas,...
Nunca agradeceremos lo suficiente a la Administración que nos devuelva nuestra humanidad perdida.

Nodisparenalpianista dijo...

Oye, ¿la rodilla bien? Tanto rato de pie...

Néstor dijo...

DOLORESELLAMALOLA, mira que habría encantado hacerlo en muchas ocasiones, pero al final, por un motivo u otro, me he quedado pasilleando. Lo malo de ser radical con los jueces es que son ellos los que juzgan; es fiscal es un funcionario.
EL HIJO DEL CAPITÁN, nunca me siento más humano que cuando salgo de un juzgado...
PIANISTA, la rodilla -esa pedazo de rodilla mía- ya ha jugado al fútbol como si fuera la de Roberto Carlos, jeje

Nodisparenalpianista dijo...

¿Roberto Carlos? ¿El amigo d elos animales?

Carolinarome66635 dijo...

Bueno por desgracias los juicios asi rapidos no existen... espero que te salga bien todo... Carolina - paginas web

El hijo del capitán dijo...

¿Volverás?
En cualquier caso, ¡¡Feliz Navidad!!

Marta Salazar dijo...

estado de derecho: cero