domingo, 11 de marzo de 2007

¿Por qué escribir?

Mi profesión, mis amigos y Ray Bradbury; creo que, en resumen, estas son las tres razones que me hacen escribir. No sé si es buena manera de comenzar, pero es la verdad.
Empezando por el final: desde hace unos años he devorado todo lo que me ha llegado del escritor americano Ray Bradbury –novelas, cuentecillos, ensayos, teatro, poesía, etc...– así que, a la fuerza y muy a su pesar, mi estilo y forma de pensar bien pueden parecerse al suyo. De él aprendí que necesito escribir como beber, respirar o lavarme los dientes. Hago mías sus palabras:
“¿Y qué se aprende escribiendo?, preguntarán ustedes. Primero y principal, uno recuerda que está vivo y que esto es un privilegio, no un derecho. Una vez que nos han dado la vida, tenemos que ganárnosla. La vida nos favorece animándonos y pide recompensas.” (Zen en el arte de escribir. Minotauro, 1995)
Mis amigos son los segundos culpables del blog. Desde hace unos años y de forma regular recibo las críticas de los que tienen agallas y paciencia para leerme en una revista profesional: “Me gustó aquello que escribiste, ¿por qué no te dedicas a ello?”. Me da qué pensar: o soy un duro contendiente al que hay que quitarse de en medio, o un mal abogado al que –por el bien de todos– también hay que apartar, o definitivamente no soy malo escribiendo. Sea lo que sea, el caso es que, al comentar la posibilidad de comenzar el blog, recibí vuestros ánimos.
Y mi profesión: la abogacía, que me da de comer y en ocasiones hasta de cenar; que me hace reír y llorar y conocer gente y resolver problemas y acumular un baúl de historietillas que me hacen relinchar de risa... La vida de un abogado joven está repleta de situaciones insólitas y surrealistas, así que mi intención es ponerlas por escrito antes de que se me olviden. Ya veremos qué sucede. Hemos dado el botellazo al barco y la botella se ha roto –buen augurio, dicen–, así que ahora hay que señalar el rumbo: ¡Apresúrate a vivir!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo tío, por fin tienes un blog del trbunal supremo. Puedo ufanarme de ser el primer comentarista de tu nuevo blog.

Anónimo dijo...

Néstor, genial idea. Adelante.
Emilio

Anónimo dijo...

Es curioso que tengas a desventurasdeabogada como enlace en tu blog, es antigua conocida mia y también la tengo entre los favoritos.
Espero que después del golpe en la cabeza la asientes y este blog sea el principio de un deporte menos arriesgado.

Anónimo dijo...

Este blog es mejor que si fuera del Tribunal Supremo, diga lo que diga Pedro

Ángel Ruiz dijo...

Pues sí, es verdad: escribes muy bien.
Saludos, ARP

Anónimo dijo...

Que alegría encontrar tu blog, gracias por tu comentario, estoy lista para empezar a leer tu blog, un abrazo

Anónimo dijo...

Devuelvo la visita que has hecho a mi blog y trasteo un buen rato entre los "posts", hasta leérmelos todos: el primero que publicaste ha sido el último que he visto -¡vaya, qué evangélico!-.

Me hace gracia que Bradbury sea "culpable" de que escribas. En mi caso también tiene un alto porcentaje de culpa: mi estantería guarda varios libros suyos, que me sé casi de memoria y repaso de vez en cuando porque cada vez me gustan más. Aún me quedan unos cuantos por leer, cosa que me alegra mucho, la verdad.

Igualmente, tengo amigos que son un chorro responsables de que lanzara un blog: me daba un poco de corte -me sigue dando, creo- y pensé que me iba a costar mucho. Lo cierto es que lo tomo casi como un deporte, para los ratos libres y como vía de "escape", nunca como obligación ineludible -que no estamos como para vivir pensando sólo en el blog: el día sólo tiene 24 horas y hay tanto que hacer...-.

Estudié Derecho, como tú, pero no soy abogado: como estoy un poco loca, me dio por preparar "Secretarios" aunque últimamente estoy bastante harta. ¿¡Quién me mandaría meterme donde no me llamaban!? ¡¡je!!

En fin, que encantada de haber conocido este lugar y hasta cualquier otro rato.

Anónimo dijo...

Gracias a todos y a ti Marta en especial, porque has sido la última en llegar. Ánimo, por cierto, con la oposición. De una peli alocada aprendí una frase que se ha convertido en el lema de mi vida: "nunca abandonar, nunca rendirse". Te la presto.

Anónimo dijo...

no sé si te acuerdas de mi. Me llamo Juanjo Molina y vivo en Sevilla. Al descubrir tu blog he puesto cara de...creo que de imbécil... y me ha salido un ¡¡¡jodé qué pasada de blog!!! Yo también tengo un blog que no se parece para nada al tuyo. Me gustaría que tuvieras un enlace al mío:
http://www.juanjomolina.wordpress.com
Un saludo

Anónimo dijo...

Juanjo, Dios me concedió el don de la adivinación y me privó de la memoria... Creo recordarte, pero eso no es obstáculo para que te eche un vistado y te linkee.
Un abrazo.