Mis clientes tienen desde hoy un extraño en casa: su propio hijo, al que tienen que descubrir poco a poco. –Enrique, es que no te conozco, decía su madre al salir… Pues no, señora, no tiene ni idea de quien es su hijo.
Bien, vayamos por partes: le asisto en la fiscalía de menores por lo que todos creíamos que era una cosa menor: “vaciló a una barrendera y le detuvo la policía” tenía apuntado en el expediente después de las explicaciones de los padres; además no tiene antecedentes, me decía su madre, así que no le puede pasar nada, porque a la hija de fulanita le dijeron que si tal y cual...
Miré al muchacho. Se miró con atención las Puma no sé qué de color azul metalizado.
Malo, pensé.
Eché un vistazo a las actuaciones. El niño en cuestión tiene diecisiete años y un completo historial en este último año: robos con fuerza, hurtos en Zara, peleas de borrachos de botellón y –como colofón– una agresión a un árbitro… Enrique era una perla en bruto y sus padres no lo sabían.
Y ahora ¿cómo les explico yo que su hijo es un delincuente?
Miré a Enrique con el expediente en la mano.
Hoy ha caído un mito en Ciudad Real.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
En fin, nunca es tarde si la dicha es buena. ¿Cómo puede haber padres que se chupen tanto el dedo?
No les digas nada: enséñales el expediente y que se lo lean (no sé si se puede hacer)
¡Qué triste! Yo no se que haría..., es qué tan joven y con ese expediente... ¡Tiene la vida por delante! ¿No se le puede dar una oportunidad? Ya me imagino el inmenso dolor de la madre...
Si sus padres no saben cómo es su hijo, está claro que no han pasado el suficiente tiempo con él.
Al menos, que sepan lo que hay y que luego ellos como padres decidan el trato que le dan a esa perla. Coincido con Altea, es increible que no se enteren de nada. Yo también se lo daría a leer, si se puede.
Seguro que aprenden más de su hijo en ese papel que en toda la vida en que NO han estado junto a él.
Vaya vaya, la de cosas que cuentas para que aprendamos. Si vienes por Madrid avisa, el viernes como nuestro amigo.
Los asuntos de menores me parecen los más tristes y duros... En la mayoría de las ocasiones, tienen que ver con lo que cuentas -con el abandono y la despreocupación de un hijo-.
Javi apunta la clave: demasiado poco tiempo. O nada de nada.
Puff...
El tema es bastante más complicado de lo que parece. ¿Cuántos padres afirman seguros que sus hijos nunca hacen botellón o que no fuman? Y es que muchas veces los jóvenes saben actuar de una manera distinta antes sus padre para, de esta manera, ganarse su confianza...
Espero que los padres de este chico ya hayan puesto los pies sobre la tierra
Un saludo
Jo. Interesante. ¿Habrá segunda parte? Espero que si es así, nos la cuentes.
Pues a veces, Altea, me lo pregunto yo mismo. Efectivamente lo más sencillo es enseñarles la hoja de antecedentes de su hijo, pero eso les haría quedar como unos imbéciles.
Patzarella, todos tenemos una segunda oportunidad. Espero que el muchacho recapacite ahora.
J., sus padres solo tienen tiempo para combatir el euribor. Educan como los bomberos: apagando fuegos.
Futuro bloguero, sus padres tardarán en hacerse cargo de la nueva situación (y mucho me temo que solo llegarán a recriminar a su hijo su actitud delincuente).
Pues lo cierto, Ángel es que estuve el lunes en Madrid, en una reunión profesional. Salúdale de mi parte.
Esencialmente, Marta, esencialmente tienen que ver con el abandono de los hijos (a pesar de las teorías de Lombroso, el delincuente se hace, no nace).
Ay, Álvaro, yo también lo espero, yo también (si no, me veo de nuevo en fiscalía).
Pianista, si la hay os la contaré.
Joe qué dificil... educar bien a un hijo me imagino que no ha de ser fácil... es más facil engañarse y mirar para otro lado, pero... yo creo que es fundamental eso que dice J. dedicarle tiempo...
Pobre chaval, pero pobres padres... qué duro ver que no has sabido educar a tu hijo... y que no lo conoces... puf!
Oye, que cuando quieras...jeje
Estamos esperando a que actualices
apoyo la moción de a. matia...
¿Perla en bruto? De entrada, vamos a dejarlo en bruto. Cuesta comprender que unos padres estén tan fuera de órbita respecto a su hijo, pero lo cierto es que hay grandes actores fuera de las películas, en la vida real.
¡Actualización ya!
Publicar un comentario