Sé de piedra. No dejes que nada te perturbe. Haz lo que debes. Es anciana, pero no es tonta. Le tiemblan las manos. Pero, cuidado, sabe dominarse. De lo que ella diga, de la forma que tengas de llevarla, depende el pleito. Crees que tienes razón, haz que todos lo vean. ¡Ánimo! ¡Respira hondo! Que no se note. Estás preparado. Lo estás y lo sabes. Sabes qué debes hacer, cuáles son las preguntas y cuales las respuestas que quieres. Mírala. Mírala con mirada de hielo. Haz que te mire. Mírala a los ojos. No sonrías. No te muevas. Inquiétala. No le des tregua. Sorprende con esa primera pregunta, aprovecha que no está preparada, que se equivocará al contestar. Mírala. Ahora mira al juez. ¡Ahora! Dilo:
–Con la venia, señoría.
~ ~ ~
Una cosa son ilusiones, o deseos. Pero planes…
Me dijiste.
Y hoy me acordé, porque –hoy, ahora– estoy lleno de proyectos, de planes. Y de ilusión.
~ ~ ~
Era lunes y el funcionario pensó, mientras moría atropellado: qué mala forma, ay, de empezar la semana.
~ ~ ~
Mira los árboles.
Y el niño los miró.
¿Sabes por qué crecen tan altos? ¿Por qué son tan robustos, tan fuertes, tan verdes?
El niño no dijo nada. Miró a su hermano con los ojos muy abiertos.
Por las raíces. Porque se alimentan de tinieblas. Por eso tú y yo tenemos que ser malos para ser fuertes.
El niño miraba al árbol y a su hermano. Y ahora –ya mayor y herido en el corazón– piensa que ni un día, ni uno solo, se ha lamentado por el consejo malgastado.
–Con la venia, señoría.
~ ~ ~
Una cosa son ilusiones, o deseos. Pero planes…
Me dijiste.
Y hoy me acordé, porque –hoy, ahora– estoy lleno de proyectos, de planes. Y de ilusión.
~ ~ ~
Era lunes y el funcionario pensó, mientras moría atropellado: qué mala forma, ay, de empezar la semana.
~ ~ ~
Mira los árboles.
Y el niño los miró.
¿Sabes por qué crecen tan altos? ¿Por qué son tan robustos, tan fuertes, tan verdes?
El niño no dijo nada. Miró a su hermano con los ojos muy abiertos.
Por las raíces. Porque se alimentan de tinieblas. Por eso tú y yo tenemos que ser malos para ser fuertes.
El niño miraba al árbol y a su hermano. Y ahora –ya mayor y herido en el corazón– piensa que ni un día, ni uno solo, se ha lamentado por el consejo malgastado.
13 comentarios:
tener hermanos para que te den esos consejos.... qué pena! ¿qué pasó con la viejecilla? me dejas con una intriga!!!
¿que me llevo de premio? que ganas tenia de que publicaras de nuevo!! creia que te habian tragado las tinieblas!!! jejejeje
Ja, ja, ja... MARÍA, lo cierto es que me he "quitado de enmedio" esta entrada, con cosas que tenía escritas... Lo de la viejecilla es de la semana pasada. Finalmente logré que se pusiera nerviosa y metiera la pata en dos o tres cosillas; pero estaba muy bien preparada, así que no veo muy claro que gane el pleito.
¿Las tinieblas, dices? Pues casi, casi, ja, ja...
Déjame que me piense lo del premio. Ya te diré algo, ya.
Pobre funcionario...
En fin, el consejo del hermano como consejo es, efectivamente, asqueroso, pero la metáfora de las reíces del árbol es cojonuda.
El pleito de la abuela lo pierdes seguro, no sé por qué, pero me da mal espina tu mirada de hielo, ja,ja,ja,ja,ja. Es coña...
Vamos por partes:
De que este lleno de planes, ilusiones y deseos me alegro y espero que se cumplan.
El pleito con la anciana, espero que lo ganes pero recuerda que no se puede ganar siempre y no pasa nada.
Lo del funcionario me recordó a lo que me digo una amiga el otro día hay que tener siempre las maletas hechas para el viaje definitivo ya que nunca se sabe...
El consejo no lo comparto, no hay que ser malos para ser fuertes pero las cosas malas que nos pasan sí que nos hacen fuertes.
Me asombro yo misma de los seria que me he puesto ja ja ja
Lo siento de veras por el pobre funcionario pero ese microrrelato te ha quedado como pocos. Bárbaro. Y el consejo malgastado.
Qué pena de consejo, por lo demás muy interesante y suerte con la viejita.
Cecilia,
Ya sabes Néstor, "sabe más el diablo por viejo que por diablo"
¿Pobre qué? RAMÓN, no me creo que lo digas tú, ja, ja, ja... No juzgues al niño ni a su hermano por el consejo, tengo entendido que sufrieron mucho. Y el pleito de la abuela lo voy a ganar, que lo sepas. Y con costas.
MYRIAM, yo también me he asombrado... Lo que no me mata, me hace más fuerte, que decía Nietsche (un colgado de tomo y lomo, pero con frases impactantes).
MARTA, no lo sientas. Le llegó su hora, simplemente (juas, juas, juas). ¿El consejo? Pues eso, uno de tantos consejitos malgastados.
CECILIA, ¿todo bien por Uruguay? Qué envidia de primavera...
CHICA ALMODÓVAR, sí que es cierto, sí... Pero el diablo también se equivoca, no lo olvides.
De verdad Néstor ¡Qué concepto tienes de mí! se hablar en serio y ser seria cuando tengo que serlo.:)
Néstor, la primavera uruguaya fenomenal, un calor que ni en el verano asturiano...la pena es el contraste cuando volvamos pero, mientras tanto, quién nos quita lo bailado!.
Por cierto colgué fotos de la boda de mi hermana en facebook, mi hija Inés llevó los anillos.
Saludos, desde Uruguay hasta el 28
Cecilia
Oye, lo del funcionario es un chiste muy viejuno... El hermano se confundió, pero apuntaba bien: debían ser fuertes para no ser malos. Y sobre la viejita... pues hay que ir con ojo.
Me da pena la viejita. Yo no podría intimidarla porque me intimidaría ella a mí (sus años, sus arrugas, sus dedos como sarmientos, su cabello blanco...). Equivócate a posta y deja que gane ella; bastante habrá perdido ya en la vida.
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