lunes, 14 de mayo de 2007

Prima facie: me revienta perder

Para variar estaba esperando, esta vez en el juzgado de Puertollano. Me había apoyado en la barandilla cuando he visto salir a Antonio del ascensor: nos vimos, nos interrogamos con la mirada y, por toda contestación, bajó el pulgar. Entonces lo supe, había perdido.
Apenas media hora más tarde me notificaron la sentencia de marras, la de aquel juicio que nos había enfrentado a él y a mi hace apenas unos meses: le estimaban la demanda, condenando a mi cliente (la empresa) a abonar casi 60.000’00 €, más los intereses del setenta-veces-maldito art. 20 de la Ley de Contrato de Seguro y –¡horror!– las costas (honorarios del abogado y procuradora contrarios, para entendernos).
Sentí el típico escalofrío. Pensaba que iba a ganar; lo creía, porque creía tener razón y quizá por eso me ha dolido tanto… –¿Qué habré hecho mal? Pienso. –Pide la grabación del juicio, le digo a Guillermo, mi procurador. –Te invito a un café, le atropello. A mi memoria acuden en tropel miles de imágenes, gestos, respuestas a preguntas, el temblor de manos del testigo... –¿Qué habré hecho mal?
He conducido silencioso hasta el despacho.
He preparado el recurso y esta tarde lo mandaré por fax.
Me revienta perder.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Menos mal que te revienta!! Eso es buena señal; significa que aún no has perdido el juicio ¡¡jaja!! Y seguramente no sea porque lo has hecho mal; suelen desestimar demandas por muchas otras cosas: incluso por hacerlo bien...

patzarella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
patzarella dijo...

Me acordé de tres patines !!!
Muy divertido, escúchalo cuando puedas
aqui hay un enlace:
patzarella.blogspot.com/2006/11/tres-patines-y-la-tremenda-corte.html

El payaso triste dijo...

Yo creo en la Audiencia!
Ganaremos.

Néstor dijo...

Querido Ricardo, gracias por los ánimos. Os mantendré informados.

Hans dijo...

Un consejo a fuer de viejo: nunca sigas mi consejo... salvo el siguiente: si te revienta haber perdido, es que hay algo que no tienes claro. Tu obligación como letrado es valerte de todos los recursos técnicos de que dispongas para hacer que Su Señoría determine que la posición de tu parte es la jurídicamente defendible. Esto no es un partido de fútbol. Esto es dialéctica (cosa fundamental), pero de donde no hay no se debe sacar. Si crees que los mimbres fácticos de la posición de tu cliente no se sostienen... no sigas adelante: renuncia a la defensa, o bien allánate, negocia, lo que sea. Cuando vas a pleito, es que a) los hechos son los adecuados y b) has estudiado y estructurado jurídicamente la posición (acción ejercitada/defensa frente a ella). Si te REVIENTA perder, querido y joven colega... algo está mal.

Anónimo dijo...

Mi querido Hans, como me gustaría hacerte caso. Gracias por tu consejo y por la lectura de la entrada. El problema de este pleito -y del fastidio complementario- es que salió todo a pedir de boca (el compañero contrario y sus testigos me felicitaron en la creencia de que habían perdido), pero S.Sª vió las cosas de otra forma y alegó que bastaba la notificación al agente de la compañía (hijo y empleado del jefe de la actora) para entender cumplido el deber de notificación del siniestro... Cuestión que sabiamente habíamos ocultado y que nadie citó.
Por otro lado -debe ser la juventud- me revienta perder siempre, hasta en los entrenamientos. Gracias de nuevo. Te leeré, por cierto.

Anónimo dijo...

alguna tecnica de estudio para derecho romano??? gracias; muy lindo blog; saludos.

Néstor dijo...

Estimado anónimo, no creo que exista ninguna técnica especial para estudiar derecho romano. Ahora bien, sí te gusta el derecho romano, te gustará el derecho. Al fin y al cabo la esencia del derecho civil viene de aquella Roma.