miércoles, 26 de septiembre de 2007

Pienso en alto

En un par de horas me voy a Zaragoza, al IX Congreso Nacional de la Abogacía (aquí) con una mezcla de sentimientos un poco peculiar, aunque acostumbrada en mi: por un lado me apetece mucho, porque volveré a ver a mis buenos amigos (estos) –de hecho, anoche organicé en la distancia una cena para hoy, con la inestimable ayuda de Enrique, aborigen aragonés– después de unos meses sobreviviendo con el teléfono, el mail y el messenger; pero por otra parte me fastidia dejar el despacho, moverme, dejar cosas por hacer y zascandilear hasta el fin de semana… En fin, me sacudiré la pereza.
Supongo que es el precio que hay que pagar por ser el presidente de la agrupación de jóvenes abogados y querer meterme en todos los fregaos. Menos mal que en diciembre se me acaba el mandato y he anunciado que lo dejaré. Además –ahora que recuerdo– antes del verano, varios compañeros tuvimos la osadía de presentar una comunicación a una de las ponencias (La libertad de expresión del abogado en el ejercicio del derecho de defensa) cuya lectura recomiendo vivamente como relajante muscular e inductor al más profundo de los sueños (aquí, pág. 76 y ss., si tenéis valor). Su sola mención me ha hecho temblar, porque al parecer tengo que defender las conclusiones que planteábamos ante los asistentes a la ponencia: un público bastante selecto, compuesto en su mayoría por miembros de juntas de gobierno de colegios de abogados… Unos quinientos.
Me atiborraré a adoquines dulces, que dicen que dan valor.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Y para pasar los adoquines y complementar el valor con soltura... pues un par de whiskys con hielo ¡¡qué menos!!

Siguiendo tu consejo, para los momentos de insomnio, dejo vuestra ponencia. No, en serio, la leeré. Tiene buena pinta.

Y ya que estás yendo a Zaragoza, aprovecha, pásalo fenomenal y dale un beso grande a la Pilarica.

Néstor dijo...

Sielos, Marta, eres rápida.
Seguiré al pie de la letra tus consejos; si vuelvo perjudicado, te echaré las culpas.

Paco Becerro dijo...

Mucha suerte en el final del mandato. Zaragoza siempre vale la pena, siempre.

La libertad de expresión. GRAN TEMA.

Me lo leo.

Anónimo dijo...

Si es que Néstor, aunque no lo quieras reconocer eres un tio importante jajaja
Por cierto!!!Si vas a Zaragoza seguro que pasas por el Pilar asique ARRAMPLA con toda media de la Virgen de la bandera de España que veas que me hacen falta. jaja
Que lo pases bien con los maños.

María dijo...

Oye, le he echado un ojo a la ponencia... (la verdad es que lo de la libertad de expresión es un tema que me gusta y nunca se me habría ocurrido aplicarla al ejercicio de la abogacía... qué interesante!

Haz caso a Marta, yo creo que si te inflas a adoquines y encima les sumas un par de wiskys, puede ser la defensa de conclusiones más divertida de la historia de los colegios de abogados jejejeje, seguro que tus colegas te lo agradecen!

Oye, algún adoquin podría caernos a tus lectores no??

Altea dijo...

O sea, que vas a estar 5 días sin pasarte por aquí.

Nodisparenalpianista dijo...

Bueno, ánimo y a triunfar. Y en caso de que la cosa vaya regular y que quieran tirotearte, busca refugio cerca de algún piano. Te lo digo por perro viejo.

J. dijo...

Aparte de genios, los abogados, sois superhombres.

Zaragoza. Qué suerte. Tengo gente muy querida allí. Te recomiendo el paté de olivas -Y los whiskys si caen adoquines, para que se disuelvan un poco, o qué-.

Altea dijo...

Nada, nada, Néstor: ¡A levantar España!

Álvaro dijo...

Pues yo voy a hacer campaña para que te vuelvan a elegir. Seguro qeu ellos también quieren

Un saludo

Ángel dijo...

Una vez en una peli escuché un chiste de abogados graciosísimo, que creo que no te gustaría un poquito. Cuando recuerde te digo. Qué buenos los ladrillos dulces esos que dices.

María dijo...

¿¿que tal ha ido??

Álvaro dijo...

Hay rumores que aseguran que no has estado en Zaragoza...

Anónimo dijo...

Bien, bien, bien compañeros del metal: he llegado, seriamente perjudicado pero no por los whiskyes (como han sugerido algunos), sino por el frio de Zaragoza que se me ha pegado a los huesos y la garganta.
Por otro lado, se me olvidó decir que -de vuelta de Zaragoza- me esperaba una boda en Madrid. Prometo una entrada de todo, porque me lo he pasado tan bien que necesito compartirlo con vosotros.

patzarella dijo...

Bueno, si se trata de defender la libertad de expresión yo estoy contigo. Te saldrá todo muy bien, ya verás.

Y luego si los haces reir..., todos te apotarán ;-)

Eso del wisky suena -sabe- bien, je!

¡Suerte!

Nodisparenalpianista dijo...

Venga Néstor, ponte las pilas porque te necesito para unos deshaucios de okupas que se me han colado en el garito. Pero por favor, ven sin petaca, que ya nos vamos conociendo...

Anónimo dijo...

¡¡Hala, Pianista, qué suciooooo!! Así que vienes a aliarte con Néstor para echarnos... Serás...

Néstor: no le hagas ni caso; coge la petaca y únete a la coooon-ga.

María dijo...

eso, eso, néstor, que es divertidísimo!!! Unete a la fiesta!!!

Vengaaaaa queremos una entrada!!

Anónimo dijo...

De petaca nada, voy a ir cargado con un Absolute Vodka, una cuba de hielos y una caja de tónicas... Pianista, ya me perdonarás haberme aliado con ellas: debe ser mi naturaleza cobarde.

María dijo...

viva!!!! uno más!!! Es divertidisimo...

¿una entrada más?