Cuando en diciembre de 2005 me eligieron presidente de la agrupación de jóvenes abogados de Ciudad Real, no imaginé que viviría tan intensamente los próximos dos años. Hemos vivido rápido en este tiempo y ahora que me voy, que lo dejo, echo la vista atrás y contemplo pasmado el panorama de cursos y jornadas, de fiestas, de partidos de fútbol y, sobre todo, de amigos, de buenos momentos pasados en su compañía. No me voy –no me quiero ir– ni desnudo, ni ligero de equipaje, porque he cargado las maletas de un buen puñado de amigos inolvidables e inseparables: Óscar –ahora secretario del Colegio– y Ramón y José Luís y Javi y Santiago, mi entrañable confidente. Cuántas historias, cuántos recuerdos hemos acumulado solo para nosotros: el affaire del paraguas en Santiago, el tigre de Tenerife, la despedida de Óscar, el whisky de Santi, el Grand Happening, los partidos de fútbol y de paddle y el tercer tiempo preceptivo, las comidas y cenas y los brindis y discursos, el muñe, el conde-duque, el marqués y el duque… Algunos amigos se han quedado en el camino, como las hojas secas, que –dicho sea entre nosotros– bien caídas están; ni lo eran entonces ni lo son ahora: eran muertos en un mundo demasiado vivo, vendedores de sombras y ceniza. No puedes ser moneda de veinte duros, me dijo Elena (buena amiga, desconocida entonces, inseparable ahora), que le guste a todo el mundo. No sé si lo pretendí en algún momento, quizá sí: ahora ya no.
A la junta de gobierno del Colegio de Abogados le debo también un recuerdo especial, por haber comprendido y amparado el proyecto que nos habíamos marcado en mi junta directiva, por haberme escuchado siempre y por convertirse –poco a poco– en buenos amigos, testigos de mis luchas y tropiezos profesionales, cómplices de mis secretos. Siempre habrá algún canalla que tuerza mis palabras, buscando algún secreto pacto entre presidente de los jóvenes y junta de gobierno, pero me da igual: gracias Elena y Ataulfo, Ramón y Luís Manuel, Venancio, Pilar, Jesús, Óscar, Javier, Carlos y Cipriano, mi decano. Gracias a todos y a cada uno por los setecientos treinta días pasados juntos: cada minuto a vuestro lado ha valido la pena.
No puedo terminar sin decir algo de mis amigos de la Confederación Española de Abogados Jóvenes. Ahora que me voy, ahora que os digo adiós, no puedo dejar de deciros que sois lo mejor que me ha pasado en estos dos últimos años. Graciela, Lola, Esther, Rosana, Ester, Carlos, Alberto, Pedro, Enrique, Miguel Ángel, Borja: dicen que la amistad –la verdadera amistad que he aprendido de vosotros– es para siempre, que la distancia no siempre es el olvido; lo demostraremos, ya veréis.
Nunca seréis un después, sino un todavía. Adios, hasta luego, muchachos.
PD: y a los que me leéis, ahora que acaba el año, os digo –con algún cambio– lo que me dijeron en Nochebuena, en un sms: “¡no necesito el pretexto de la fiesta para decir que os quiero un monton!”.
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12 comentarios:
Me alegro por ti Nestor y por la riqueza que emana de tus recuerdos profesionales de un año! Que Dios te bendiga a ti y a tus amistades y te siga dando ese empuje en el 2008 para que tus lectores podamos disfrutar de tus comentarios y tu vida tan llena de momentos inolvidables - de los serios y tambien de los juguetones ;) Feliz año a ti y a todos los tuyos!
¡¡FELIZ AÑO, Néstor!! Que lo estrenes brillante y... empieza a preocuparte, que ya queda uno menos para lo de dentro de ¡¡9!!
(Suenan bien esos dos años pasados. Que sea mejor -si cabe- el venidero con todos los amigos reunidos millones de veces. Por suerte, la distancia no es el olvido).
Yo tampoco necesito ningún pretexto para decirte que eres un tramposo, que haces entradas enternecedoras para desarmarme y que vale, eres majete, pero en el 2008 te vas a enterar. ;)))
Y feliz 2008 a tí y a todos los que chateamos aquí.
Gracias LJUDMILA. Emocionado te leo, porque más que un comentario, parece un brindis y así me lo he tomado/bebido. Feliz año, también para ti y tu familia.
MARTA, deberíamos renegociar eso de los 10 años, que me parece una barbaridad de lejos.
La verdad DULCINEA es que tus propósitos para el nuevo año ("en el 2008 te vas a enterar") me dejan helado: espero que el resto (eso de dejar de fumar, beber, conducir y apuntarse al gimnasio) vayan un poco más en serio, je, je, je...
A momentos ya del cambio de año por esos lares, vayan mis saludos. ¡Que lo empiecen muy bien!
Eso sí que es un balance. Que el siguiente sea mejor todavía.
¡¡Renegociemos!! ¡¡Fecha YA!! Pero al que se le viene el curro encima es al TopLetrado que ni siquiera ha diseñado los maillots del equipo ciclista...
qué penita da irse... yo también te digo gracias a ti, por ser... fdo Adaldrida, tu futura cuñada.
Qué susto, chiquillo: no titules así... Felicidades por todos esos amigos (es de lo poco que pesa en la balanza que importa), y nos seguimos leyendo en 2008.
Me encantó la frase del final.
No necesitamos pretextos.
Abrazos de corazón. y feliz año, tan lleno de éxitos o más que el que se fue.
Bueno, si, vale, todo eso está muy bien, pero... ¿nos contáis el famoso brindis Esther y tú o que??
Y estoy con Marta: tienes lo de los mallots muy atrasado, majo.
Muhas gracias, JUAN IGNACIO. Lo cierto es que -por mi parte- empezamos bien el año. Ya veremos como avanza esto.
JESÜS, así lo espero yo, para mi y para ti. Gracias.
Pero, MARTA, que yo sepa, eso era tarea del Pianista. Yo me limitaba a... Bueno, en realidad no recuerdo cuál era mi misión, pero seguro que esa de los maillots no era.
Je, je... ROCÍO, eso se llama devolver la pelota. Sí, lo cierto es que me da penilla dejar todos esos embolaos en los que me he metido, pero resulta que los años pasan.
Ups, CARLOS, ya lo siento. No me di cuenta del título hasta que te leo el comentario. Lo cierto es que, al final, lo que quedan son los amigos y los recuerdos en común ¡Qué siga así en el 2008!
FUTURO BLOGUERO, en el fondo sí que los necesitamos... Dan razón a una llamada, un mail, una carta, una fiesta... Mejor sin pretextos, es cierto, pero así somos.
PIANISTA, te veo ciertamente intrigado con ese tema... Prometo resolverlo en breve (en los festejos de dentro de 10 años, o menos...). Y no tires balones fuera: el de los maillots eras tú, que además te marcaste una entrada con ese motivo... Ya buscaré, ya.
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