El tenebroso y cenizo hombre del tiempo amenazó con lluvia para el martes festivo, pero se equivocó, así que hemos salido en bici. Ahí saqué la foto con mi móvil. No sé si sabré explicarlo, pero olía a lluvia y a fresco, a hierba mojada y a jara y a tierra húmeda y a pinar y a primavera que quiere entrar pero que no se atreve todavía no sé muy bien porqué meteorológicas razones. No sé, olía a eso. Y el viento. La fotografía se quedaría coja: imagina el viento. –Pero, ¿cuánto? –Pues no sé; mucho.
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3 comentarios:
Muy buena la fotografía. Está casi mejor que del natural.
Toc, toc... ¿Se puede?
Acabo de entrar por primera vez en tu blog, y me he quedado enganchado. Vendré todos los días un minuto después del desayuno.
Yo también soy jurista y ejercí como abogado unos meses. Así que somos colegas.
Lo malo es que lo he olvidado todo.
Gracias mil a ambos; se nota que leéis con benevolencia. Enrique, tenerte como colega y lector es un regalo de Reyes...
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