martes, 12 de junio de 2007

Mensaje en una botella

“Aunque tú no lo sepas
me he inventado tu nombre
me drogué con promesas
y he dormido en los coches”
Era Enrique Urquijo el que cantaba desde un coche, mientras hacía el camino de regreso a casa. Era de noche; en realidad quizá solo atardeciera. Llegó cansado y con pocas ganas de nada. Se sentó contigo…
El patio de vecinos dejaba oír a la vecina del cuarto; un niño –quizá fueran dos– gritaban, pedían agua, decían “mama” una y otra vez como solo los niños son capaces de decir; olía a empanadilla del Mercadona y a pescado rebozado.
Y así, sentados y parafraseando a Sabina, te dijo “yo no quiero un amor civilizado” y tú sonreíste.

PD: querido Titi, como ves, finalmente te lo escribí. Espero haber sido fiel al original de tu verdadera historia de amor: ya me dirás.

4 comentarios:

Álvaro dijo...

Brillante

Anónimo dijo...

Enrique Urquijo cantaba una letra escrita por Quique González... ¡Grandes ambos! Y más tus líneas. ES-PEC-TA-CU-LA-RES.

No sé si habrás sido fiel a ese original pero seguramente Titi -me perdone la intromisión- estará encantado de leer lo que ha escrito usted, Sr. Letrado.

María dijo...

Marta... me has resueto la duda... iba a preguntar que si esa cancion no era de Quique!! ¡¡gracias!!! cómo me gusta!!!
Yo tb tengo poco que decir... me gustó tu blog! me verás por aqui de vez en cuando!! ok?

Néstor dijo...

nefecto, era Enrique Urquijo el que cantaba y Enrique González el que escribía: espléndidos ambos. María -¡bienvenida!- estás invitada cuando quieras: esta es tu casa.