La foto no es buena. No se aprecia ni una sola –¡ni una!– de las más de setenta mil personas, hombres, mujeres y niños que viven en la ciudad. Ni las farolas –miles de ellas–, ni los jardines, ni los kilómetros y kilómetros de acera. No se ven tampoco los perros, gordos y flacos, grandes y pequeños; ni los coches, ni las motos, ni motoristas, ni motoricones. No se distinguen los monumentos, ni las plazas, ni las esculturas. Ni el olor de la primavera en las calles. Ni los bares. Ni las iglesias. Desde aquí, desde donde estoy, no oigo el ruido de la ciudad, de mi ciudad. No veo a los que quiero. No veo a nadie.
Y sin embargo, todo está ahí abajo, palpitando de vida, esperando, tan lejos y tan cerca. No es la mejor, ni la peor, pero es mi ciudad, mi casa. Y me gusta.
Sé que pegan violines y tal, pero lo que escuchaba era esto, mientras luchaba con el móvil y la bici.
18 comentarios:
Me puedo hacer una idea muy exacta del lugar desde donde hiciste la foto. Y sobre que perro flaco te encontraste por el camino. Corriendo nunca se pincha, que lo sepas.
Ja, ja, ja... Para una vez que pincho y se entera medio Ciudad Real (hasta el perro me miró mal).
La vista desde el vértice es muy bonita. Pensaba hacer otra camino abajo, pero la trialera era tan técnica y divertida que se me olvidó.
Pues campo, sí que tenéis campo. Avisaaaaaaaaaaaa cuando vengas, mañana como con nuestro amigo
Para mi gusto, le falta el mar.
pues la verdad, vista así; parece una aldea más que una ciudad.
Y si, me canso a veces al leerte, si; que le voy a hacer.
besos
Ladran... luego pedaleamos, dijo tu compañero de bici...
Por lo que cuentas y que no se ve, tu ciudad es real. Eso está muy bien.
Y decía el poeta..."ni los coches, ni las motos, ni motoristas, ni motoricones"... ¿¿¿¿motoricones????? Como decimos en el Sur, pero... ¿qué es eto? Ya nos lo explicarás. Genial entrada, Néstor!
Si, si, pero sin olas, ni sirenas, ni Neptunos, ni puestas de sol romanticonas a la orillita del mar, ni paseos por la arena... ;)
va bene !! No se ve, pero yo me lo imaginé....
Muchas gracias por la foto: me hace mucha ilusión ver la ciudad, aunque sea tan de lejos.
Madre mía, ÁNGEL, abandonado te tengo. La próxima vez que suba -por la gloria de mi gato- te aviso.
DULCINEA, tenemos mar: de espigas, de remolacha verde, de jara, de hierba bajo el sol...
Lo cierto, DAKY, es que parece más pequeña de lo que es. La ciudad se pierde en la bruma del atardecer y no se aprecian bien sus dimensiones. En el fondo, no dejamos de ser una aldea, en efecto.
Qué buena cita, FUTURO BLOGUERO. Lo cierto es que el domingo me subí solo, porque quería descargar un poco de adrenalina. Pero sí, allí están mis molinos.
PIANISTA: bien Real que es. Y por eso mismo, altiva y soberbia.
Ja, ja, ja, JUANJO: los motoricones son los quinceañero-tontarras esos con motillos ruidosas, que atronan por las calles.
Ah, DULCI, no hay puestas de sol como las de La Mancha... Eso sí es bonito.
PATZARELLA, si pinchas en la foto se ve un poco más. No mucho, pero se distingue alguna silueta. Por cierto, te veo bien con el italiano...
ARP, es emocionante la vista ¿verdad? Si te das la vuelta, se distinguen los montes de Toledo y un mar de campos y de colores que hipnotiza.
Y uno se siente poderoso escudriñándola desde la altura. Saludos.
Pequeña pero bonita bajo esa luz.
La música esa va bien para la bici. Es igualmente agotadora.
Está bien Ciudad Real.... yo, personalmente no lo conozco, aunque he estado un par de veces en Carrión de Calatrava, en casa de una amiga. Me gsutó, aunque más para entre tiempos, sin el calor ni frio extremos... no?
Abogado, te pongo falta en mi garito. Te quedaste sin bici de premio.
Poderoso, JESÚS, y contemplado.
Tienes razón CARMEN. Un asiduo del blog me ha dicho que parece Holanda, con esos campos tan verdes y la luz blanca.
Hum, ALTEA, te veo un poco mayor ya. Es música ideal para darse un poco de caña (ya sabes, la bici, el spinning, el gimnasio...).
¡MARÍA! No me puedo creer que estuvieras en Carrión y no me dijeras nada... En fin, no sé qué decir. Lo ideal es venir en primavera, pero claro, el verano tiene su encanto.
PIANISTA, es que ayer tuve un día complicado, pero no se volverá a repetir.
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