Cuando la vida le aburre hace cosas locas, como beber hasta emborracharse y cantar canciones sin letra ni melodía y ofrecer y pedir cigarros. A veces lloraba de pena y entonces se iba a una cabina y la llamaba por teléfono. No le decía nada, solo quería oír su voz. Porque ella no le quería, porque había pedido el divorcio.
Pero había días en que cantar y beber no era suficiente: quería verla, fuese como fuese. Entonces se metía en el coche y conducía hasta su casa y espiaba desde la calle con la esperanza de que se asomara a la ventana o sacara la basura o el perro a pasear. Y entonces la veía, siquiera fugazmente. Y se amodorraba en el coche, esperando el amanecer, con una sonrisa en los labios, feliz o aparentemente feliz.
Hace un tiempo, el deseo fue tan intenso que se metió en el coche, con la mala suerte de encontrarse con un control preventivo de alcoholemia de la Guardia Civil. Le dieron el alto, pero él tenía prisa, no podía llegar tarde. Unos minutos después y ella ya habría sacado la basura y no podría verla, así que decidió apretar el acelerador y saltarse el control. Perdió los mandos del vehículo y se fue a dar contra un coche estacionado. Se acabó todo, pensó, ya no llegaría nunca, ya no la vería.
Le detuvieron. Dio positivo en el control de alcoholemia e inmovilizaron el vehículo.
La Guardia Civil no entendió nada. Se limitó a hacerle soplar y rellenar el atestado.
No entendió que ella era lo mejor de él.
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26 comentarios:
Acabas la semana como la empezaste, haciéndonos pensar y eso que a algunos nos cuesta bastante je je.
Gracias MYRIAM; lo cierto es que a mi también me cuesta pensar a estas alturas de semana, de mes y de año.
No suelo dedicar entradas a nadie, pero esta sí: esta os la dedico a vosotras, que tantas veces sois lo mejor de nosotros.
(...)
Lamentable lo del pobre hombre. Es muy triste no poder encajar las rupturas. Pero bien por la benemérita, al parar a un coche que podría provocar un desastre a él mismo o a otros.
A veces me da la impresión de que equivocaste el oficio Néstor; lo tuyo es la narrativa.
Debe de dar gusto oirte en la sala.
La última frase, genial, resume el resto de lo que has escrito.
Un besazo.
Tiene que ver poco, peor me ha recordado a una cosa que pasa en un libro muy recomendable. El grito de la lechuza, de mi admiradísima Patricia Highsmith.
Buena frase final, si señor.
Ella era lo mejor de él y aún así él la dejó ir. El tesoro que nunca supo valorar. La cita que posponía para otros menesteres.
En muchas ocasiones valoramos las personas cuando ya las hemos perdido. Y lo peor de todo, cuando ya no pueden enterarse ni saber que sentíamos hacia ellas.
Un abrazo amigo.
P.D. Me he permitido la licencia de agregarte a mi blog.
Hay un caracol suelto que se ha comido a EL TRENTI
Esta historia se puede ver desde una doble perspectiva, la de la mujer, ¡Pobre, acosada por su ex!; y la del hombre, enamorado frustrado y apasionado hasta el punto de perder la referencia con la realidad.
En cualquier caso, triste.
Un beso
Últimamente tienes un remate fino y certero. Me dan ganas de ponerlo en mi sección de frases.
Casi me recuerda a la canción de Cecilia. Néstor, te sigo esperando por mis tierras
Me quedo con los comentarios (bueno no sé que decían los suprimidos;) ). ¿Has notado que la mayoría son femeninos?
Me gustaría saber que opina el otro sexo...Creíble, no creíble????
MARTA, como siempre, muy expresiva.
LUISA, ¿de veras crees que es triste? ¿De veras crees que este hombre no perdió algo que llevaba dentro, algo muy suyo? Este hombre perdió lo único que le hacía ser bueno.
Sí, DULCINEA, sí que es lamentable. Pero es que así somos los hombres.
Ja, ja, ja... Gracias DAKY. Si la abogacía se me da mal, me lanzaré al barro... No obstante, en sala soy bastante aburrido, como todos.
Me lo apunto, PIANISTA, aunque la Highsmith no sea de mis platos favoritos.
Así es AGUAÓ, así es. La dejó ir y por eso es culpable, por eso bebe, por eso está desesperado. Cuenta las oportunidades perdidas, las veces que no llegó a tiempo, el tiempo que no le dedicó... Te visitaré y -si blogger se me arregla y me deja- te añadiré. Otro abrazo para ti.
EL ARTISTA ANTES LLAMADO ÁLVARO Y AHORA TRENTI, ¿has sido atrapado por el caracol asesino? Echaré un vistazo. Lo cierto es que se te echaba de menos por aquí, que digo...
SOBORO, en efecto, puedes verlo desde las dos perspectivas, pero no olvides que ella no se da cuenta, no le ve... Ah, si le viera podría pasar -¿quién sabe?- como en aquella escenaa increíble de Cinema Paradiso... ¿Qué tal tus exámenes, por cierto?
ALTEA, por ser tú, te regalo la frase y cuantas quieras (tienes un bono +20).
Hum... ÁNGEL, pues el caso es que estuve ayer y creo que vuelvo el martes, pero a un juicio y pretendo volver zumbando... Pero llegará, llegará el momento, ja, ja, ja...
MI-TACUA-UY, el otro sexo ya opina conmigo, ja, ja, ja... ¡Claro que es creíble! Lo que pasa es que no os cabe en la cabeza que podamos ser así. Pero lo somos.
Néstor, el miércoles pasado hice la prueba oral delante de los cinco miembros del tribunal, sin cometer ningún delito, ;). No sé cómo le eché un poquito de poca vergüenza que algunos pueden interpretar como soltura, pero no sé. Mañana me dan las notas y el viernes veo si tengo opción a plaza.
Ya contaré cuando sepa el final del proceso este.
Un beso y gracias por interesarte.
probablemente él fuera también lo mejor de ella, es bonito que la otra persona sea lo mejor de ti, saque lo mejor de ti, una pena que esas uniones a veces se rompan.
probablemente él fuera también lo mejor de ella, es bonito que la otra persona sea lo mejor de ti, saque lo mejor de ti, una pena que esas uniones a veces se rompan.
Pues yo creo que la clave está en que ese hombre lloraba. Alguien ha pedido opinión "del otro sexo". Aquí va una: un hombre maduro llorando es amargura honda, es consuelo imposible, es no ver nada, no oir nada, no ser nada. Un hombre llorando está en ese momento al borde de la muerte intelectual y espiritual (no son lo mismo). A un hombre maduro que está llorando, o viene alguien a acompañarle o le saldrá una herida que tardará en cicatrizar. Años.
Yo lo he visto. Lo he tocado.
(Y, por favor, esta vez cállate)
Esta historia me recuerda que nunca se debe juzgar a las personas alegremente,ya que desconocemos los motivos por los que hacen las cosas que hacen.
Otra cosa, gracias por dedicarnos esta entrada a todas nosotras.
Es bonito que alguien piense que somos lo mejor de vosotros.
Encontrar a quien te hace ser mejor persona, a quien es la mejor parte de uno mismo es, además de un privilegio... mágico.
Perder a esa persona, cualesquiera que sean los motivos es... una lenta agonía que no desaparece con el amanecer.
Conocer del asunto en las dependencias judiciales de guardia y empatizar con el agonizante es... es algo que pocos compañeros se toman la molestia de intentar.
Enhorabuena por la entrada, por la sensibilidad y por ser capaz, sin duda, de albergar tales sentimientos...
Las oportunidades que perdió y las veces que la tuvo cerca para decirle lo mucho que la quería y no lo hizo.
Y no te preocupes por el enlace. Sin prisa.
Un abrazo.
¿Para cuándo entrada nueva, prenda?
Wilson ¿estás de vacaciones? una entradita, chato.
María, deja el ajo, que te repites mucho y con ese aliento te van a echar de tu revista superfaxion.
Actualiza pf.
Contesto a todos de forma breve, que ya he actualizado...
Seguiremos atentos, SOBORO.
Creo MARÍA, que es lo ideal: que el otro saque de ti tu mejor yo.
ANÓNIMO, no diré nada de nada... Pero los hombres no lloramos, solo sufrimos ataques de alergia o cosas así...
MYRIAM, suele ser así. Tú seguro que lo sabes.
UNA CHOQUERA (bienvenida, seas quien seas), gracias por lo que dices y por creer que soy un tipo sensible (ja, ja, ja... Qué poco me conoces).
He ahí el quid, AGUADOR. Las oportunidades que perdemos a diario y de las que nos arrepentimos siempre mañana... Con lo fácil que es decir "te quiero" ahora, joer...
DULCINEA, PIANISTA y MYRIAM, ya está, ya está... Si es que pedís más que Hacienda, leches.
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