jueves, 24 de julio de 2008

Por qué siempre es tan difícil

Llevo diez minutos frente al expediente. El muchacho se llama Alberto y el fiscal de menores le acusa de tantas cosas, que no sé por dónde empezar. Comienzo a leer, con un bolígrafo en la mano y un par de folios. Denuncia su padre, hace un año aproximadamente. Apunto la fecha. Al parecer su hijo desaparece a primera hora, camino del colegio y vuelve después. Bueno, parece todo normal. Pues no, no lo es: la criatura no va al colegio; se ha echado unos amigos poco estudiosos, suspende cada examen y, cuando le dicen que deje la play station y el messenger, insulta a su madre. Espera –dejo el bolígrafo–, ¿cómo que insulta a su madre? ¿Qué clase de persona insultaría a su madre? Sigo leyendo: fuma hachís, ha amenazado a su madre y quiere irse a Alicante, con sus amigos poco estudiosos. Así, de corrido.
Paso unos folios de cosas inútiles: declaración de los padres en fiscalía. Más de lo mismo. Añaden que su hijo no responde a la educación que pretenden darle, que les insulta, que da patadas a las puertas, les dice “borracho y cabrón, puta y guarra”. La convivencia, al parecer, se ha vuelto insoportable. Llego a la declaración del menor: "mis padres están locos". No es mala salida. No si quieres llegar al barranco. El informe del equipo técnico es demoledor: menor con riesgo alto, dicen. Y tanto.
Ya no apunto nada. Miro el reloj y pienso. El muchacho tiene quince años. Sus padres y la sociedad, ganas de quitárselo de encima. Yo no sé qué quiero... Sí, sí que lo sé: ahora tengo que hacer el escrito de defensa, porque entre la ley de la selva y el estado de derecho solo hay un escrito, el mío. Hasta que un juez no diga lo contrario, Alberto es inocente como un pajarillo.
Pero, ¿por dónde empiezo?

22 comentarios:

Myriam dijo...

Vaya, no te rindo la ganancia complicado es complicado, pero seguro que lo consigues.
¡Suerte!

Altea dijo...

Mucha falta de leña.

Er Tato dijo...

Pues no sé por qué me da en la nariz que para que ese chaval tenga alguna posibilidad de ganar en la vida, tu deberías de perder en el juicio.

Mucha suerte Néstor y que gane el chaval...

Un abrazo

Dulcinea dijo...

Hay dos vías de actuación que han de ser simultáneas para ser eficaces.

1 El cumplimiento del castigo que le corresponda. Sin edulcorantes, ni eximentes, ni tonterias. Porque distingue el bien del mal y porque hay intencionalidad en lo que hace y dice a los demás.
2 La intervención terapéutica para rescatar lo positivo que hay en él (y hay mucho) y a partir de ahí acompañar SU tarea de dar a su vida la vuelta como a un calcetín.

No castigarlo o poner paños calientes a la situación, es condenarlo a la marginalidad en la que ya está iniciado.

Defiéndele de sí mismo, y no de sus actos, o el próximo fiscal ya no será de menores.

AleMamá dijo...

¡UFFFFFFFFFFFFFFF!

Pasión dijo...

¿Se puede pasar?, muchas gracias.

Aclarar que no tengo blog ya me gustaría pero... así que ahorrarse pinchar, (creo que se dice así), lo único que puedo decir es que me llamo Mª José.

Desde luego el jovencito es el que debería ganar, ¡por favor a esa edad!.

Pero, ¿qué clase de Padres tiene, los típicos que le echan la culpa a la sociedad?.

Estoy segura, por mis experiencias que no son pocas, que al jovencito lo han dejado hacer lo que le daba la gana desde chiquitito, que sus tutores en los Centros donde estudiaba,(salvo algunos malvados), avisaban a sus Padres de la "dejadez".

Que si fuma porros, los Profesores son los primeros en darse cuenta y llaman a los "buenos Padres", porque los otros pasan olímpicamente.

Creo que deberían de educar a los Padres.

Educar es muy fácil: a los hijos/as hay que darles confianza, enseñarles que el dinero no baja del cielo, que hay que ganárselo, que la vida es muy dura. Un saludo

Anónimo dijo...

Esta es mi opinión, que puede ser compartida o no: en una sociedad en las que los dos padres (y educadores) de los niños están entre 9 y 12 horas fuera de casa supone que estos no guardan la suficiente relación con aquellos.
Entonces entran remordimientos y, en lugar de disciplina y cariño, le suelen dar sólo amor.
Los lazos entre padres e hijos deben ser afectivos, pero también jerárquicos para que el enano de la casa no se convierta en un pequeño dictadorcillo.
La educación se le encargaba tradicionalmente a la madre y ahora se delega, en muchos casos, en los abuelos.
A esto se añade que los ratos libres que tienen los padres lo prefieren dedicar muchas veces al ocio propio y vuelven a dejar al niño solo.
Después llega la adolescencia, etapa en la cual el nene considera como referente a sus propios amigos y empieza a rebelarse contra los padres.
Toda esta serie de cosas se convierten en una bomba de relojería.
Bueno, no me enrollo más.
Un beso

Néstor dijo...

Ups, MYRIAM, no te creas, no las tengo todas conmigo... Anoche terminé el escrito y lo voy a dejar en el congelador este fin de semana, a ver qué se me ocurre.
ALTEA, ¡cómo sois las de pucela!
Eso pensaba yo, TATO. Pero yo soy su abogado; confía en mi para que le saque es este trago. No puedo defraudarle a él ni a mi.
DULCINEA, el análisis es muy correcto y no puedo sino estar de acuerdo contigo (y mira que me cuesta). Pero no soy quien para entrar en su educación porque solo me encargo de su defensa. En realidad -como siempre hago- les ofrezco un plus cuando me niego a inventarme tramas o a mentir en el juicio para salvarles el pellejo. Pero he de buscar eximentes o atenuantes que excusen su actitud.
ALEMAMÁ, ¡qué expresiva! No me digas, no obstante, que no tienes una solución para este muchacho.
Mª JOSÉ, claro que se puede pasar y eres bienvenida... Veamos, entras a algo que me parece muy importante: los padres. Desde pequeño, Alberto ha vivido en una familia donde el padre despreciaba a su madre (con episodios de maltrato), hasta que les dejó tirados. El que ahora hace de padre no lo es, es un rollo que se ha buscado la madre y que -aunque cargado de buenas intenciones- no tiene peso moral ninguno. Es difícil construir con una familia así... Y Alberto anda desquiciado.
SOBORO, lo has dicho mejor que yo y has llegado al lugar en el que pensaba cuando escribía: ¿quién ha educado a Alberto? No lo sé. Creo que ha sobrevivido en medio de un drama que le ha pillado de lleno; sin tiempo para ser niño, ha desembarcado en la adolescencia a los 10 años, con un déficit de educación intelectual y emotiva importante (¿cómo podrá querer a su mujer este muchacho?).
Es complicado, pero me gusta el debate que habéis iniciado. Sí, me gusta.

Nodisparenalpianista dijo...

El inocente eres tú: estado de derecho y ley de la selva, como si hubiese diferencias.
Fíate de Dulci, que de esto sabe un rato.

Myriam dijo...

razón todos, pero a mi no me gustaría estar en los zapatos de ninguno de los implicados en esta caso, ni en los del niño, ni en los de los padres y aún menos en los de Néstor, que tiene que defender una vez más, algo muy difícil de defender. Pero todo el mundo tiene derecho a un defensa justa ¿no?, en fin menos mal que no me dedico al derecho.

Y lo peor es que hay muchisimos casos como este.

Néstor si dejalo el fin de semana en el congelador olvidate y descansa.

Libi dijo...

Pues a mi ese rollo de "la sociedad es la culpable" no me cuela. He conocido y conozco que se ha criado en ambientes mucho peores que el de este chico (tú Néstor, sabes que existen) y son personas normales, con sus traumas y sus cosas pero sin llegar a ser de esa manera.

el aguaó dijo...

Querido Néstor... no sé qué hacer, si desearte suerte en el juicio o todo lo contrario.

Siempre he pensado que los abogados se encuentran, en muchas ocasiones, atrapados en un cruce de caminos. Uns suerte de sabores agridulces. Y sobre todo, una eterna pregunta de lo que está bien y lo que está mal y la obligación profesional.

Realmente dificil querido Néstor. Estaremos aquí para leer el final de la historia y darte nuestra opinión.

Con quince años, creo que aún hay solución y una buena salida para este joven, aún puede arreglarse... ojalá sea así.

Un fuerte abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Pos yo tengo ahora un gitano bueno, metido en un lio,que cuando le gane el juicio, le voy a poner a aprender a leer, a él y a su señora.

Yo también meto papeles en congelador
(a veces también meto la cabeza)

Virginia ( icam).

patzarella dijo...

Per cómo, ¿es que los padres pueden hacer algo así con los hijos? Es sólo un crío en la edad de la rebeldía !!!!

Atiza dijo...

Cuelga la toga, letrado; que lo defienda un mentiroso; el tierno infante, cojea un rato. Sus padres deben ir ya con taca-taca. De tal palo...
Suscribo del hilo al pabilo lo de Dulci. Uf, ni que hubieras hecho una cum laude, mona!

Dulcinea dijo...

¿Pero cómo va a colgar nuestro letrado esa toga de Dior que le queda como a un Adonis? ;)

Además, le necesitamos para cuando nos lleven a todos al cuartelillo por un fiestón de la Bulla. Claro, que, si a él también le detienen con todos nosotros, ¿quién le defenderá a él para que cuando le suelten nos defienda a nosotros?

Uff, Atiza, me has mareado.

Atiza dijo...

Dulci, salvo honrosas excepciones (Néstor nuevo Presidente del Constitucional YA!), estarás conmigo en que cualquiera se compra una en los chinos y andando...
(O algo qué objetar, Pianista...)

María dijo...

puf! que dificil, el chaval no tiene la culpa de la educación que ha recibido de sus padres.... pero si es responsable de sus actos.... osea que igual deberá cumplir un castigo, pero los que tampoco pueden quedar tan tranquilos son los padres!

Néstor dijo...

Ja, ja... PIANISTA te veo un poc trotskista. Claro que existe una ley de la selva y -al menos en apariencia- un estado de derecho. De tú y yo nos convenzamos y lo exijamos, depende la estabilidad del sistema.
MYRIAM, estos son los problemas del primer mundo. Estoy seguro que en Ruanda los problemas educativos son otros (y los problemas de los abogados ruandeses, ni te cuento). Pero no te preocupes por mi, trabajo mejor sometido a presión y plazos (me sube la adrenalina que es un gusto).
En parte es cierto, DAKY, cada cual es libre y dueño de sus actos. Pero cuando falta el sustrato moral suficiente porque tu familia no te lo ha sabido dar, la vida se te pone muy cuesta arriba. Ya lo decía Yoda, el "reverso tenebroso" es más fácil.
AGUAOR, es que eso es lo bonito de la jurisdicción de menores, que juegas a dos bandas (si quieres ser algo más que un mero aboagdo, claro)... Sin descuidar la obligación que tienes con tu cliente (de dar todo por él), también tienes una deuda con la sociedad, que confía en ti para solucionar un problema que se puede solucionar. Ese es el reto. Y ahora que me pilla descansado, creo que sé por dónde tirar (seguid en sintonía, que ya veremos cómo acaba).
VIRGINIA, mucho ánimo. Que aprenda a leer y que escolarice a sus hijos; eso sí que vale la pena. Lo de meter la cabeza en el congelador no está mal del todo (mientras no la metas en el microondas)...
Ay, PATZARELLA, Patzarella... Un hijo a esa edad es habitualmente una bomba de relojería (ya lo comprobarás). Pero si además se junta rebeldía con delincuencia y nula educación, lo que tienes es un talibán en casa.
¿Dejar la toga? ¡Nunca! ATIZA: ni un paso atrás, ni para tomar impulso, que decía el Che. De una peli aprendí una frase que se ha convertido en mi lema: ¡nunca abandonar, nunca rendirse!
DULCINEA, olvidas esa capacidad mía para zafarme del peligro... El día que vengan a la Bulla a detenernos, me presentaré como el fontanero que estaba reparando una tubería comunitaria... Así, al menos, me ganáis como abogado.
ATIZA, discrepo, pero discutirtelo aquí nos llevaría muy lejos (además, los chinos no tienen togas, sino capas de Harry Potter).
MARÍA (¿que tal por el extranjero, por cierto?), no sé si sus padres estarán tranquilos ahora. Sé que, cuando acabe con ellos, después del juicio, no lo van a estar.

Dulcinea dijo...

No se si decírtelo, Néstor, pero desde hace un rato tu toga la tiene Miriam. Por medio eurillo. Así que vete a los chinos y mira a ver qué pillas de color negro que te haga el apaño.

Nodisparenalpianista dijo...

Uf, Néstor, yo casi lo echaría abajo y lo construiría de nuevo. Néstor, presi, pero el Consti, mejor lo hacemos nuevo, Atiza!!!

Néstor dijo...

Cachislamar DULCINEA, mira que era una toga Barragán-fashion-de-la-muerte, que me costó un pastón. Además tiene mi nombre bordado en rojo, asín que te va a costar un dineral venderla por ahí (aunque sea como objeto fetiche).
PIANISTA, vamos a cambiar las cosas, vamos a hacerlo, yes we can (juas, juas, juas...)