He entrado, como un zorro en el gallinero, sonriendo; como el soldado en el terreno conquistado después de la batalla. He pisado el juzgado por primera vez, después de dos meses de huelga y uno de ostracismo voluntario, y de pie, en el hall, he dicho –bajito, casi para mí–: he vuelto, ya estoy aquí.
Los que me conocéis, sabéis cuánto he echado de menos la sala, los estrados, los juicios y la toga. Y los que no, os lo podéis imaginar. Me he formado como procesalista –animal de sala– y cada día sin juicios era un día sin aire. Me gusta el combate limpio, la crisis, la agilidad en la contestación, los cambios de estrategia a mitad de juicio, las excepciones procesales, el “tiene la palabra, sr. letrado”, la mirada del abogado contrario al otro lado, los interrogatorios, la modulación en la voz, los informes de resumen de prueba, la soledad del abogado en estrados…
Sí, señor: esto me gusta.
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16 comentarios:
Vaya, Néstor... pues a mí así no me vendes la moto de la Sala. Creo que me va a ir más el rollo de acudir de público o... lo de quedarme fuera ¡jaja!
Enhorabuena por el fin de la juerga y ánimo con el reenganche.
Pero Marta, sí tú eres un lince de la sala... Ya verás, ya. Es un veneno. Ir de público es como ir de mirón a un banquete; hazme caso.
¿Juerga, dices? Eso no se acaba nunca (¿o sí?).
Es un privilegio disfrutar del trabajo, siempre que no se convierta en una adicción. No parece tu caso, que tan hábilmente te escapas en bicicleta...
YA se te nota que lo pasas en grande. De todos modos te enmiendo lo del banquete: lo más divertido es queedarte en una esquina viendo al personal y rajando con algún otro marujón. Le llaman periodismo a veces.
Vaya, que pasión en el trbajo tío. Yo lo hago con más desgana que tú, o con menos motivación. Eso sí, como un día te tenga delante lo vas a flipar. Grrrr...
Pareces un personaje de Grisham; te imagino en la sala, en mangas de camisa, con la corbata medio desatada y agarrado a la mesa y voceando como una verdulera. Y en vez de Ciudad Real, Washington.
Perdona, Néstor, animal de sala???
Es que ver tu foto y tener que hacer el esfuerzo mental, viendote batirte en armas con los procesados y sus secuaces. Me hace gracia. Sé que es con colmillo, pero me ha hecho mucha gracia.
Pues sí, CARLOS, lo que poder disfrutar con lo que haces es un plus. Me pasa siempre con la bici y a veces con el trabajo...
PIANISTA, rajar está bien, pero mirar cómo los demás se comen las langostas y el vino, pues como que no.
Ah, RAMÓN, no me digas que no disfrutas en sala (sobre todo cuando vas de caballo ganador). Espero el día en que nos veamos frente a frente (será como un Classius Clay-Foreman, ja, ja, ja).
Hum, DULCINEA, no es tan diferente: vamos con toga y eso. Pero lo de agarrar la mesa y gesticular se me da de miedo (teatrero, que me dice mi amigo Santi).
LARA CRAF, es que foto engaña, [juas, juas]: bajo esa facha inofensiva se esconde una verdadera alimaña sin sentimientos ni escrúpulos... Las apariencias siempre engañan (te lo digo yo).
joe pianista, siempre lanzando piedras sobre nuestro tejado. Me gusta a mi también ese ambientilñlo de sala que cuentas. A veces cuando cuentas estas cosas pienso ¿porqué no estudié derecho?? pèro luego, llego a mi redacción y se me quitan las envidias!!!! jejeje
Néstor, por mucho que MAría intente salvar la cara del gremio te diré que a veces alimenta más el sablazo del comentarista lúcido que el que se empapuza de langosta y tintorro. Y oye, si encima hay una entente cordial para pasar información al abogado de turno, pues todos contentos. Joer, dos patadas más y tenemos una del Grisjam, ¿verdad, Dulci?
Ja, ja, Néstor, estoy un poco acelerada. ¡Iba a poner comentario antes de leer la entrada! Estos viernes son la bomba. Aunque no sé de qué viernes hablo, porque este finde me toca "guardia" los dos díaaaas!
Quejas aparte, estoy un poco con Marta, lo de presenciar tiene su emoción, pero depende de qué. Hay juicios que no dan mucho de sí, de ésos en los que uno se pregunta si la pasta que le da al abogado compensa... :-(
MARÍA, ¿por qué no has estudiado Derecho? En el fondo, creo que detrás de cada periodista, hay un abogado frustado (juas, juas).
PIANISTA, sigo sin estar de acuerdo: si yo me alimentara solo de palabras, estaría como un tonel... Y a las pruebas me remito (y nada de coñas).
ALTEA, te veo un poco estresadilla. No obstante, no te preocupes: este blog tiene entradas en que lo mejor -con diferencia- son los comentarios. Por cierto, no sé qué experiencia mala habrás tenido, pero el dinero que me dan a mi siempre vale la pena: no sabes lo que me gasto en la bici...
jajajajaja ¿¿¿abogado frustrado??? que va!!! nada de eso!!!! yo nacía para ser periodsta!!. SEGURO!! pero a veces me da envidia esa vida "de peli" que cuentas en tus entradas. No le hagas caso al pianista... se cree el ladrón que todos son de su condición.... ejem
¿De peli? Ja, ja, ja... Lo más parecido es una mezcla entre Jungla de Cristal y "Rec"...
jajajaja y un poco de Michael Clyton tiene tambien!! y de algunos hombres buenos.... me gusta!!! ;)
Me apunto al sablazo del comentarista o del abogado lúcido metiéndome entre pecho y espalda una langosta con un Albariño, por ejemplo, y sin duda, en la ejjquina del pianista, de miranda...(sólo las mujeres podemos hacer todo esto a la vez!)
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