Cuando se casaron fueron felices. Al menos un tiempo. Dos años después Elena dio a luz un niño sano y silencioso, regordete y con un cromosoma 21 de más: tenía síndrome de Down.
Antonio lo miró, lo miró detenidamente. No gritó, no maldijo. Se fue a casa, hizo la maleta, cerró la puerta y se marchó para siempre.
Elena le esperó un día y otro, un mes y dos y tres. Y al año presentó la demanda de separación. Antonio no se opuso a los doscientos euros de pensión a favor de su hijo y pagó. Pagó unos meses y luego dejó de hacerlo. Y así lleva diez años. Diez años huyendo. Diez años acumulando denuncias por impago de pensiones. Diez años de caída.
Y, ¿por qué lo defiendes?
Pues no lo sé. Supongo que es mi trabajo.
Pues yo no sería capaz.
Ya.
Todos sufrimos. Todos con la misma intensidad y cada uno a su manera.
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29 comentarios:
ENHORABUENA!!! HAS PASADO LAS 10.000 VISITAS.
No digo yo que los cabrones no sufran, pero por ello no dejan de ser unos cabrones, y por ello tampoco dejan de tener derecho a la defensa.
Gracias LARA. NO me había percatado. Gracias a vosotros, que leéis las tontunas que escribo.
Ay, RAMÓN: y ¿quien nos defiende a ti y a mi de esa vocecilla interior que te dice "que le den morcillas"?
¿Defenderle de quién? ¿Quién ataca a un caradura como ese?
Si hubieseen asesinado "legalmente" a su bebé, ¿quén le hubiesde defendiso.
Algo falla, Néstor. O igual son sensaciones mías. Comprendo tu sufrimiento.
Debe de ser duro defender a un padre que huye de su propio hijo sin explicaciones.
Saludos
Uas, eso es un caso de defensa de técnica jurídica por que si no fuera por al técnica...no?.
También es verdad que el miedo limita la libertad y mucho!
Defenderle, a mí me costaría mucho, pero el mayor problema sería que no encontraría argumentos para hacerlo. Como mucho para que parezca un poco "menos malo", y aún así me repugnaría.
pues yo no lo defendería...
Disculpame la ignorancia, pero no entiendo el hecho mismo.
¿Qué defensa necesita este pobre tipo?
¿Defenderse de quién, o de qué?
¿Quién lo va a defender cuando un día de estos se vea al espejo y se vea EN SERIO a sí mismo?
Mi enhorabuena a la mamá. Su niño de diez años es un regalo que nos hace a todos. Si el padre no se hace cargo, ya tiene su madre dos manos para sacarlo adelante. Dile de mi parte que lo mejor que le ha podido pasar es perder de vista a ese cobarde de marido que un día escogió como tal.
Trabajar con Downs es una de las experiencias que más me ha ayudado a crecer como persona. Aprendí más de ellos, que ellos de mí.
bueno, todo el mundo tiene derecho a defensa, a representación judicial, lo que no significa tener que mentir u ocultar información...
yo no puedo creer que alguien haga algo así... hoy... y en Europa...
... se cuenta que la mamá del hijo de un amigo (son de una isla del Mediterráneo, pero mayores ya, eran otros tiempos, pienso yo) lo hizo, se fue después de tener un nino down, dejando al papá (mi amigo) solo con su hijo...
entre paréntesis, castiga el d° espanol con una menor pena el infanticidio que el homicidio?
saludos!
PIANISTA, me tocaba defenderle de su propia mujer, que le denunció por no pagar las pensiones mensuales de alimentos en favor de su hijo. Es un delito. Y, aunque sea un caradura, hay que defenderle en juicio.
Es duro, PABLO, es duro. A veces te preguntas si estás haciendo lo correcto. Siempre respondo que sí, porque yo no hago justicia, solo defiendo intereses de mis clientes.
BENITA, más que de técnica (porque el abandono de familia son habas contadas) es cuestión de prueba: ¿por qué no paga?
ALEJOPS, es que a ti no te contrarían para que "te pareciera menos malo", sino para defenderle con todas las armas legales. Tu conciencia, tu parecer -una vez que aceptas el asunto- juega un papel secundario.
Y yo te entendería, ROCÍO. No sabes cuánto.
MILKUS (no me olvido de tí, por cierto): en España no pagar las pensiones acordadas en una sepación o divorcio conyugal a favor de los hijos o la esposa, es un delito. Hay que pagar siempre, aunque uno no tenga para comer. En efecto, cuando se mire al espejo no tendrá quién le defienda. Pero es que yo, en su lugar, evitaría mirarme...
Pse, DULCINEA, cobarde o no, era su marido. ENhorabuena, por cierto por eso que cuentas. Ya sabíamos que eras buena gente y nos lo acabas confirmar (¡óle!).
MARTA (tampoco me olvido de ti), creételo, pasó, el viernes, para ser más exactos, tuvimos el juicio.
joe, que duro.
Muy triste, pero muy bien contado.
Sigo diciendo que eres un gran tipo. Por algo muy importante. Eres consecuente y profesional.
Enhorabuena por el montón de visitas.
Siempre un placer.
............
Nada, sólo que llevo cinco minutos delante de la pantalla y no sé qué decir. Qué cosas.
En fin. ¿Supongo que tu trabajo ahora es cuidar que no le pidan más de lo que le corresponde dar, o qué?
Te entiendo Néstor, pero ya sabes que no iba por ahí. El agresor el él. Ella pide lo que es justo y, en este caso, además, legal. Uno se defiende de las agresiones. Si uno se defiende de lo justo es que es, mayormente, un caradura. Y eso no hay ley que lo arregle.
Una de las cosas que no me gusta del Derecho es que dos más dos tiene que ser lo que diga el cliente, por mucho que la cabeza no te dé otra solución que cuatro. Hay que ser un profesional para poder entenderlo. Vaya por delante que me parece totalmente repugnante la "espantá" del hombre en cuestión.
Saludos
No me atrevo a comentar,
Solo mis mejores deseos para ese niño.
!Anda ya! Créeme, Néstor. Las escasas cualidades que yo pueda tener son mérito de las personas buenas que me rodean. Empezando por mi abuelo (e.p.d.), mi madre, mi hermano, las monjas del colegio Lestonnac, mis amigos, mi gente, mis alumnos "tocados"...
De cosecha propia es lo mediocre, especialmente el mal genio que a veces me sale solo y del que, te aseguro, soy víctima.
Creo entender la acción de Nestor. Creo que sin duda ese señor necesita ayuda. Sólo espero que su "defensa judicial" no implique una disminución en los beneficios que puede y debe recibir una madre abandonada.
Sí MARÍA, sí que es duro. No hay nada peor que tu propia conciencia...
Gracias SOBORO. Una historia triste.
Ja, ja, ja... FUTURO BLOGUERO: veo que he conseguido engañaros. Es tremendo esto de pegarse con uno mismo; tremendo, porque a veces salgo perdiendo.
Sí ALTEA, mi trabajo consiste en que no le castiguen más de lo que legalmente se merece. Y que no pague más...
Pues sí, PIANISTA, pero al asesino también hay que defenderle, aunque haya cometido atrocidades indignas del ser humano. Mi trabajo no es juzgar, ni condenar, sino defender intereses... No a cualquier precio, claro. Pero es que a veces el precio que pagamos es demasiado caro (no, no hablo de dinero, hablo de convicciones, de mi propia conciencia, de ese algo que me dice que debería haberle mandado al cuerno).
Hum, JUAN LUÍS: es que la vida no es tan clara como 2+2. Entre el blanco y el negro hay una gama casi infinita de tonalidades
TRENTI, el niño se merece tus buenos deseos... Y entiendo que no sepas qué comentar. No sabes cuánto te entiendo.
DULCINEA, insisto en que debes ser buena perdona (excepto en el club de la bulla, claro).
JUAN IGNACIO, mi intervención de bería haber limitado a defender estrictamente los intereses de mi cliente. Bien es cierto que en este asunto me permití alguna que otra licencia... Mi conciencia me pudo, una vez más. No sé si es bueno, pero es lo que hay.
Dices,
"No hay nada peor que tu propia conciencia..."
Estoy en desacuerdo. Justamente tu conciencia es lo que te hace libre. Te permite elegir, y ser libre al mantener tus principios.
En tu trabajo te llevará a situaciones personales incómodas. Yo que tú me asustaría si algún día te sintieras cómodo.
Y EN LA BULLA SOY TESTIGO DE TUS TROPELIAS, TOPLETRADO.
Ay, DULCI, si es que no me perdonáis ni una. Lo cierto es que lo decía en el sentido que tú apuntas: no hay nada peor que la conciencia, porque nunca descansa, nunca perdona... Ni siquiera la mía, que creía tener adiestrada.
¡Qué triste situación! Para los tres.
Yéndome por las ramas, ¿todos sufrimos igual? No sé, sí creo que cada uno tiene la carga que puede llevar, ni más ni menos. Pero he conocido/conozco gigantes siempre sonrientes, que son una fuente de inspiración y orgullo para mi.
Yo también los conozco, Mariana. Y de ese conocerlos viene el saber que todos sufrimos, más o menos, y cada uno a su manera. Todos somos víctimas -digo, yéndome por las ramas- pero solo algunos te lo hacen saber.
Me quedé mudo cuando lo leí hace días. Vuelvo por aquí y sigo mudo.
Yo, como Carlos, tampoco supe qué decir cuando lo leí. Y también como él, sigo sin saberlo.
Un abrazo
CARLOS, tienes suerte de poder ser un mero espectador en este drama... Yo no sabía qué ser, a pesar de tener el papel claro.
TATO, quizá por eso he escrito sobre mi bici y yo. Quizá por eso y porque quería olvidar y no darme a la melancolía. No sé.
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