miércoles, 11 de febrero de 2009

El idiota

Hadiya es alta, morena, hermosa y árabe. Tiene dos hijos pequeños, muy pequeños. Se casó hace diez años, en su tierra, con un cretino que hoy la ha dejado por una eslava rubia de ojos azules y pocos compromisos vitales. Vino a verme porque quiere divorciarse, con la esperanza de que su marido pase a sus hijos una pensión de alimentos.
Cuéntame, le dije.
Y me contó la historia de su vida, de sus esfuerzos por dejar a su familia, su patria, por seguir a su marido. De su hijos, que son todo para ella. De los últimos meses. De la distancia que le separa de su esposo. De un corazón roto… Pude leer más de su sufrimiento en sus ojos de color de miel que en sus palabras, porque a veces las mujeres no saben hablar con la voz. El niño pequeño dejó de llorar, me miró. Papá, dijo. Le miré sorprendido. Hadiya le dijo algo y el niño comenzó a llorar desconsoladamente sin dejar de mirarme. Le acarició el rostro con ternura justo en el momento en que pensé en destruir al esposo fugado.
Más tarde les despedí en el ascensor. Te llamo la semana que viene, le dije. Y cerré.

Cuéntalo, me dijo Álvaro.
Y, ¿de qué hablo?
De lo idiotas que podemos ser los hombres en ocasiones.

15 comentarios:

rossy dijo...

El idiotismo se da por igual en hombres y mujeres. A lo mejor en las mujeres se entrevé en otras cosas, pero no estamos exentas.

Casos como el de Hadiya se dan todos los días, y siempre sufren los mismos: los niños.

Anónimo dijo...

Bueno, lo idiotas no lo incluiría exclusivamente en el género masculino, que hay de todos y de todas.
Pobre Hadiya!
¿No te entraron ganas de semiadoportar al niño cuando te llamó papá? Qué tierno!
Besos

Ludmila Hribar dijo...

De acuerdo con Rosalia. Siempre sufren mas los niños aunque no lo notemos o no lo sepan expresar. Menuda tarea la de solucinar estos problemas!

R. Gª. ALDARIA dijo...

Me asusta tu predilección por la palabra "idiota", je,je,je. Si es que hay gente que se lee del Corán sólo lo que le interesa.

patzarella dijo...

¡Claro! ¡Todos son iguales! Ja, ja... Fuera de guasa, me ha encantado eso que dices de los ojos.., a veces es cierto.

Myriam dijo...

Tambien hay mujeres igual de idiotas que tu personaje pero al final los que sufren las idioteces de los mayores son los niños.

Y esperemos que no le esté haciendo lo mismo ahora a la otra a la eslava rubia quien la hace una vez la hace cien.

Dulcinea dijo...

La idiotez no es patrimonio de ningún sexo, sino del que la elige como estilo de vida. Hay hombres y mujeres que la lucen a diestro y siniestro.

No creo que los hombres sean menos sensibles o menos apegados a los hijos. Ni tampoco que dejen a sus hijos por el hecho de ser hombres, sino por el sentido que algunos tienen de su responsabilidad. Depende de cada hombre.

Hombres estupendos y hombres estupendamente idiotas han circulado y circulan por mi vida. Pero también mujeres, ojo.

Néstor dijo...

Sí, ROSALÍA, es cierto. Pero también es cierto que los hombres tenemos cierta facilidad para hacer borrón y cuenta nueva.
PARSIMONIA, lo cierto es que el niño de marras estaba lleno de mocos y no paraba de berrear (lo suyo no era llorar: berreaba como un ciervo). Antes de adoptarlo lo habría tirado por la ventana, ja, ja, ja...
LJUDMILA, los niños sufren, pero si son pequeños olvidan pronto. La mujer no olvida. Ni rehace su vida. Simplemente se queda -a los ojos de todos- abandonada. Así de duro.
LUISA, a veces es cierto lo que dices. Por lo general (lo que yo he visto) es así: somos menos sensibles y más desapegados. Y con frecuencia huimos.
Juas, juas, juas... ¡RAMÓN! Es que es una palabra tremenda, redonda y exacta: "idiota" define mucho mejor que otros insultos. No obstante estoy en periodo de sosegamiento interior. Ahora solo insulto en lo más profundo de mi ser (Óscar te lo puede confirmar, ja, ja, ja).
PATZARELLA, no todos son iguales. Hay alguno diferente. Porque a los hombres también se nos puede hacer daño, porque no somos de piedra, aunque lo parezcamos. Los ojos nunca mienten, ya lo sabes.
MYRIAM, no sé si le está haciendo lo mismo a la nueva amiga. Pero si se lo hace le estará bien empleado. No excuso de culpa a la nueva rubia, porque ha destruido una familia.
DULCINEA, lo dices tan bien que no sé qué decirte. Bueno, solo que me sorprende ver que nos defiendas, ja, ja, ja...

Paco Becerro dijo...

Dejar a una persona por otra siempre puede parecer una idiotez, si al conocer a la persona abandonada, estableces empatía y conoces su versión.

Tal como lo cuentas el marido abandonó a la mujer árabe por la mujer eslava, dejando en el camino a sus hijos...

Pues sí, un idiota.

Y como bien dicen todas tus comentaristas, no es algo exclusivo de un sexo u otro, aunque ese tipo de situaciones, se dan con más frecuencia en hombres que dejan a mujeres que al revés.

Dulcinea dijo...

!Pues claro que os defiendo! Es una grave injusticia atacar a los hombres por el hecho de ser hombres, como si las mujeres fueramos seres angelicales y desvalidos. Pues no.

Myriam dijo...

Ehhhhhhhhhhhh, que yo no he excusado a la Nueva Rubia he dicho que si fué capaz de hacerle eso a su mujer también se lo hará a ella probablemente.

Hay mujeres que destrozan familias, hay mujeres que destrozan familias y hay familias que se destrozan ellas solitas, pero siempre quienes salen peor parados son los niños que no tienen culpa de las malas decisiones de sus padres.

Pat Lawriter dijo...

"en ocasiones" es pocas veces, yo diría "a menudo".

Todos somos aptos hacer el idiota, pero a los hechos me remito... los hombres se dejan llevar más fácilmente por ese camino. Es un hecho, no una opinión, y no me refiero sólo al caso concreto de este post, me refiero en general, en distintos aspectos de las relaciones, no sólo en los adulterios y el desprecio a los hijos.

Adaldrida dijo...

eso, eso, idiotas. Es un adjetivo genial. (Y nosotras, malevas muchas veces)...

Néstor dijo...

Sí FUTURO BLOGUERO, habitualmente ha que conocer las circunstancias. A mi, en esta historia, me basta conocer una de las versiones. La otra no me merece ni un minuto de mi tiempo.
DULCINEA, no nos defiendas. En demasiadas ocasiones nos comportamos como canallas, como perros en celo. Y demasiadas veces tiramos verdaderos tesoros a la basura, por estrellitas de celofán.
MYRIAM, los niños siempre salen perdiendo, porque siempre necesitan un padre y una madre. Miente quien diga lo contrario. Miente o no lo sabe.
CHOCOLATE, tienes razón. Los hombres nos dejamos llevar por el reverso tenebroso con mucha facilidad. Pero fíjate que algo falla cuando el marido se larga, buscando fuera algo que no ha encontrado en su mujer.
ADALDRIDA, sí: malévolas y peligrosas, en ocasiones. Pero todo depende de a quién te acerques.

María dijo...

que gracia lo que dices de las mujeres, eso de que no saben hablar a veces por la boca pero lo dicen con los ojos.... no eres el primero al que se lo oigo.

Estoy de acuerdo contigo en eeso de que los hombres tienen más facilidad para hacer borrón y cuenta nueva, y con Rocío en que las mujeres a veces pueden ser malévolas y peligrosas.... tienes razón, hay que saber rodearse... me dejas pensando.